Bienvenidas
y bienvenidos a la séptima clase del curso.
El tema de hoy es el diseño de investigación; es muy probable que muchos de ustedes
adviertan que revisamos conceptos vistos
en las clases anteriores. No se trata de una casualidad; nuestra concepción del proceso de
investigación se basa en la noción de que cada etapa retroalimenta a las
anteriores. La exposición tiene por base el texto de Piovani que figura en la
bibliografía obligatoria. [1]
Empecemos
ahora con la clase.
En
las clases anteriores estudiamos las primeras etapas del proceso de investigación. En especial, nos concentramos en el problema y en el marco teórico. Al hacerlo, discutimos las diferencias entre los enfoques cuantitativo y cualitativo; los primeros se
caracterizan, entre otras cosas, por poseer diseños más estructurados que los
segundos. Esto nos lleva a revisar la noción de diseño.
Ya
hemos avanzado bastante en nuestro recorrido virtual por el proceso de
investigación. Es por eso que la cuestión del diseño nos permite, por un lado,
sintetizar lo visto hasta aquí, dándole un orden y ubicando cada tarea en esa
jerarquía; por otro lado, estamos en condiciones de echar una mirada hacia las etapas posteriores
de la investigación. En pocas palabras, el diseño nos permite tener una mirada
que abarca la totalidad del proceso.
Al
abordar el tema del diseño, el profesor Piovani señala que hacer investigación
equivale a tomar decisiones que implican distintos niveles de complejidad. Como
dijimos al comienzo de este curso, los seres humanos tenemos que recurrir a la
investigación porque la realidad es opaca. Conocer implica esfuerzo, y parte de
ese esfuerzo está constituido por decisiones.
Realizar
investigación científica supone construir los objetos de investigación, que no
están dados ni en la naturaleza ni en la sociedad. Para no cansarlos con la
insistencia en esta cuestión, basta decir que las ciencias sociales están
plagadas de conceptos antagónicos sobre los mismos fenómenos. Por ejemplo, hay
sociólogos que piensan que la pobreza tiene que ser definida en términos
estructurales, es decir, que obedece a causas tales como la distribución de los
medios de producción, el modelo de producción, la conformación del Estado, etc.
En cambio, otros científicos sociales piensan que la pobreza obedece a
decisiones individuales. No es preciso decir que se trata de visiones opuestas
sobre el mismo tema. De manera que quien pretenda estudiar la pobreza tendrá
que decidir si adoptar una u otra definición de la misma, o elaborar una
propia.
Una
vez que se acepta que la investigación requiere necesariamente de la toma de
decisiones, puede avanzarse en la cuestión y afirmar que esas decisiones pueden
enmarcarse en un proceso diseñado y planificado. El diseño de investigación es
la respuesta a la necesidad de ordenar la tarea de investigar y, a la par,
permitir que la misma sea controlada por otros científicos. Si esto no se hace,
si la investigación queda librada al azar, tendríamos cualquier cosa menos
ciencia.
Nunca
está de más repetir que hacer ciencia es una tarea colectiva, que implica
verificación intersubjetiva, es decir, que otros científicos puedan examinar todos
los pasos realizados por cada investigador. Eso se logra mediante el diseño.
El
profesor Piovani establece la distinción entre diseño, proyecto y plan [2]:
·
Diseño: “conjunto de
decisiones teóricas y metodológicas que harán posible la investigación.”
· Proyecto: “documento que
responde a aspectos contextuales e institucionales en el marco de los cuales se
desarrollará la investigación: marco regulatorio, financiamiento, instancias de
control institucional, etc.”
· Plan de
investigación:
“esquema que explicita cómo se llevará adelante una investigación desde el
punto de vista operativo, e incluye por tanto la dimensión temporal (cronograma
de actividades) y las relaciones de precedencia, simultaneidad, etc., entre las
distintas acciones implicadas en el proceso de investigación.”
Como
puede observarse, el diseño contiene al proyecto y al plan, pues estos últimos
serían imposibles sin la formulación del primero.
Elaborar
el diseño de investigación significa anticipar lo que se va a hacer. Esto no es
monopolio de la investigación científica, sino que es un rasgo característico
de la actividad humana. Veamos el ejemplo del trabajo. Karl Marx (1818-1883)
indica lo siguiente:
“Una araña ejecuta
operaciones que recuerdan las del tejedor, y una abeja avergonzaría, por la
construcción de las celdillas de su panal, a más de un maestro albañil. Pero lo
que distingue ventajosamente al peor maestro albañil de la mejor abeja es que
el primero ha modelado la celdilla en su cabeza antes de construirla en la
cera. Al consumarse el proceso de trabajo surge un resultado que antes del
comienzo de aquél ya existía en la imaginación
del obrero, o sea idealmente. El
obrero no sólo efectúa un cambio de forma de lo natural; en lo natural, al
mismo tiempo, efectiviza su propio objetivo, objetivo que él sabe que determina
como una ley, el modo y manera de su accionar y al que tiene que subordinar su
voluntad.” [3]
El
profesor Piovani señala que el diseño varía según el tipo de enfoque adoptado
en la investigación. Esto nos lleva otra vez a la cuestión de la mayor
estructuración del enfoque cuantitativo. Por ejemplo, una investigación cuyo
instrumento de recolección de datos es la encuesta requiere la elaboración de
un cuestionario en el que figuren todas las posibles opciones de respuesta por
parte del encuestado. Y, a su vez, la elaboración del cuestionario requiere,
previamente, del establecimiento de las variables a investigar. Esto nos lleva
a su vez a la cuestión del MT, etc. En otros términos, los pasos previos a la
realización de la encuesta tienen que estar establecidos previamente. A esto
nos referimos al hablar de estructuración.
Todo
lo anterior muestra que el diseño se diseña, valga la redundancia, antes de
comenzar a realizar la recolección de los datos. Vale la pena dedicar un
momento a recapitular lo visto hasta aquí para comprender mejor el lugar que
ocupa el diseño.
El
investigador comienza formulando un problema de investigación a partir de
acotar un área temática determinada. Eso requiere llevar adelante la RB. Una
vez establecidos los términos del problema, es preciso formular los objetivos,
el estado del arte y el MT. Como se dijo en nuestro encuentro pasado, preparar
el MT requiere de un nueva RB. En el caso de las investigaciones con enfoque
cuantitativo, todas las tareas mencionadas deben realizarse en el orden
esbozado aquí. Ahora bien, una vez resuelto el MT corresponde pasar a la
cuestión del diseño.
El
profesor Piovani señala que existen dos modos antagónicos de pensar el diseño: diseño estructurado y diseño emergente.
“En el primer
extremo [el estructurado] todo está absolutamente planificado de antemano: nada
de lo que se lleva a cabo durante el proceso de investigación exigirá
decisiones no previstas o se apartará de aquello ya pensado. La investigación
implicará solamente una aplicación fiel del plan estipulado.” [4]
En
cambio, en el diseño emergente:
“Nada está
planificado: las decisiones que harán posible la investigación irán
«emergiendo» durante el proceso mismo, con una lógica de feed-back a partir de los dictados que surjan del trabajo
observacional de campo.” [5]
Piovani
acota que se trata de tipos ideales,
es decir, modelos que sirven para comprender el trabajo real del investigador
pero que nunca se dan en estado puro en la práctica. En la realidad de la
investigación se dan un sinfín de combinaciones entre esos modelos, todas ellas
derivadas a partir de la especificidad del problema de investigación.
“En la práctica de
la investigación (…) se dan situaciones intermedias entre estos tipos ideales,
así como diferentes combinaciones de algunas de las características de cada uno
de ellos. Lo que se plantea entonces es la idea de diseños flexibles, que pueden ser más o menos estructurados según
(…) el grado de detalle que requiera la planificación previa.” [6]
Pero
existe un conjunto de características que son comunes a todos los diseños:
·
Decisiones
relativas a la construcción del objeto /delimitación del problema.
·
Decisiones
relativas a la selección.
·
Decisiones
relativas a la recolección.
·
Decisiones
relativas al análisis.
Hasta
ahora sólo analizamos el primer grupo de decisiones en esta materia, es decir,
aquéllas referidas al problema de investigación. Las restantes corresponden a
etapas que iremos trabajando en las clases siguientes.
El
profesor Piovani coincide con nuestro plantea acerca de la centralidad del
problema de investigación:
“Las decisiones de
selección (de personas, de pueblos, de momentos, de documentos, etcétera), de
recolección (¿Por qué medios se obtendrá la información necesaria a los fines
de la investigación?) y de análisis (¿Qué técnicas y herramientas serán
empleadas para ordenar, resumir, dar sentido a la información recolectada?)
dependen del problema que se aborde. Por lo tanto, antes que nada, los diseños
de investigación incluyen cuestiones relativas a la delimitación del problema
de interés que (…) condicionará el resto de las decisiones, especialmente en la
medida en que todas ellas deben ser instrumentales al logro de los objetivos
cognitivos que el problema planteado conlleva.” [7]
A
partir de este punto, el texto de Piovani repite cosas que hemos visto en las
clases anteriores. Puesto que la decisión relativa al problema de investigación
atraviesa el resto de las decisiones a tomar durante el proceso de
investigación, es claro que el enfoque elegido para abordar el problema
implicará el tipo de diseño a adoptar. Es evidente que un enfoque cuantitativo
requiere de un diseño más estructurado, pues es imposible construir
herramientas de recolección de datos si no se cuenta con información clara
sobre el tipo de datos que se está buscando. Eso implica, por ejemplo, la
determinación de las variables a indagar.
Los
diseños centrados en enfoques cualitativos precisan de otro tipo de diseños. El
profesor Piovani toma la noción de diseño
interactivo: “un modelo holista y reflexivo de investigación en el que sus
diferentes instancias se relacionan y afectan mutuamente sin seguir una lógica
secuencial.” [8]
El
profesor Piovani dedica bastante atención a la construcción del problema y a
los objetivos de la investigación. Para nosotros es innecesario repetir lo que
ya dijimos en las clases pasadas. Por otra parte, trataremos en una clase
posterior la cuestión de la selección de la población, así que podemos pasar
por alto esa parte del texto.
Podemos
pasar por tanto al cuarto apartado del capítulo, referido al proyecto de
investigación [9] Este punto es importante, porque muestra un ejemplo concreto
de cómo se implementa en la práctica el diseño de investigación. Hay que tener
presente que el diseño elaborado por el investigador tiene que adaptarse a los
requerimientos de la institución en la que se presenta el proyecto. En nuestro
caso, la Escuela de Economía y Negocios, que determina los lineamientos a
seguir en el TFPP.
El
profesor Piovani ilustra el tema del proyecto presentando como ejemplo los
requisitos que exige el CONICET a quienes quieren aspiran a obtener una beca de
posgrado tipo I. Si bien se trata de exigencias superiores a las del TFPP (en
parte porque los aspirantes a la beca mencionada ya están trabajando como
investigadores), el estudiante de la Licenciatura en Turismo puede acceder mediante
su lectura a un panorama de la problemática de los requisitos formales de la
investigación.
Ya
hemos esbozado los rasgos principales del diseño de investigación, tal como los
desarrolla el profesor Piovani. Antes de terminar el encuentro de hoy quiero
refrescar una cuestión sobre el diseño que no es tratada por Piovani y que
nosotros vimos en clases anteriores.
El
diseño de investigación puede examinarse desde otra perspectiva, aparte de la
mayor o menor estructuración del mismo. Ya hemos señalado que la RB 1, aquella
dedicada a precisar el problema de investigación, aporta conocimiento sobre la
cantidad de material disponible para llevar adelante la investigación. Si no
hay investigaciones previas o el número de éstas es escaso, nuestro diseño será
de tipo exploratorio, esto es, nos
dedicaremos a recopilar la mayor cantidad de información disponible sobre el
problema en cuestión. Por el contrario, si contamos con abundante bibliografía,
es posible construir un diseño descriptivo
u otro de carácter explicativo.
En
otras palabras, la cuestión de la disponibilidad de la bibliografía y otros
materiales es fundamental al momento de elaborar el tipo de diseño.
En la
próxima clase trabajaremos el texto de Marradi sobre objeto y unidad de
análisis, que integra la bibliografía obligatoria de la materia.
Les agradezco su atención.
Villa
del Parque, martes 26 de mayo de 2020
ABREVIATURAS:
MT = Marco teórico / RB = Revisión bibliográfica / TFPP
= Trabajo Final de Práctica Profesional
NOTAS:
[1] Piovani. J. I. (2007). “El diseño de
investigación”. EN: Marradi, A. (2007). Metodología
de las ciencias sociales. Buenos Aires: Emecé. (pp. 71-85).
[2]
Piovani, J. I., op. cit., pp. 72-73.
[3]
Marx, K. (1996). El capital. Crítica de
la economía política. Libro primero: El proceso de producción de capital.
México D. F.: Siglo XXI. (p. 216).
[4] Piovani, J. I., op. cit., p. 74.
[5] Piovani, J. I., op. cit., p. 74.
[6] Piovani, J. I., op. cit., p. 74.
[7] Piovani, J. I., op. cit., p. 76.
[8] Piovani, J. I., op. cit., p. 77.
[9] Piovani, J. I., op. cit., pp. 82 y
ss.
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