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martes, 26 de mayo de 2020

METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN – CURSO 2020 – CLASE N° 7: DISEÑO DE INVESTIGACIÓN



Bienvenidas y bienvenidos a la séptima clase del curso.
El tema de hoy es el diseño de investigación; es muy probable que muchos de ustedes adviertan que  revisamos conceptos vistos en las clases anteriores. No se trata de una casualidad; nuestra concepción del proceso de investigación se basa en la noción de que cada etapa retroalimenta a las anteriores. La exposición tiene por base el texto de Piovani que figura en la bibliografía obligatoria. [1]
Empecemos ahora con la clase.

En las clases anteriores estudiamos las primeras etapas del proceso de investigación. En especial, nos concentramos en el problema y en el marco teórico. Al hacerlo, discutimos las diferencias entre los enfoques cuantitativo y cualitativo; los primeros se caracterizan, entre otras cosas, por poseer diseños más estructurados que los segundos. Esto nos lleva a revisar la noción de diseño.
Ya hemos avanzado bastante en nuestro recorrido virtual por el proceso de investigación. Es por eso que la cuestión del diseño nos permite, por un lado, sintetizar lo visto hasta aquí, dándole un orden y ubicando cada tarea en esa jerarquía; por otro lado, estamos en condiciones de echar una mirada hacia las etapas posteriores de la investigación. En pocas palabras, el diseño nos permite tener una mirada que abarca la totalidad del proceso.
Al abordar el tema del diseño, el profesor Piovani señala que hacer investigación equivale a tomar decisiones que implican distintos niveles de complejidad. Como dijimos al comienzo de este curso, los seres humanos tenemos que recurrir a la investigación porque la realidad es opaca. Conocer implica esfuerzo, y parte de ese esfuerzo está constituido por decisiones.
Realizar investigación científica supone construir los objetos de investigación, que no están dados ni en la naturaleza ni en la sociedad. Para no cansarlos con la insistencia en esta cuestión, basta decir que las ciencias sociales están plagadas de conceptos antagónicos sobre los mismos fenómenos. Por ejemplo, hay sociólogos que piensan que la pobreza tiene que ser definida en términos estructurales, es decir, que obedece a causas tales como la distribución de los medios de producción, el modelo de producción, la conformación del Estado, etc. En cambio, otros científicos sociales piensan que la pobreza obedece a decisiones individuales. No es preciso decir que se trata de visiones opuestas sobre el mismo tema. De manera que quien pretenda estudiar la pobreza tendrá que decidir si adoptar una u otra definición de la misma, o elaborar una propia.
Una vez que se acepta que la investigación requiere necesariamente de la toma de decisiones, puede avanzarse en la cuestión y afirmar que esas decisiones pueden enmarcarse en un proceso diseñado y planificado. El diseño de investigación es la respuesta a la necesidad de ordenar la tarea de investigar y, a la par, permitir que la misma sea controlada por otros científicos. Si esto no se hace, si la investigación queda librada al azar, tendríamos cualquier cosa menos ciencia.
Nunca está de más repetir que hacer ciencia es una tarea colectiva, que implica verificación intersubjetiva, es decir, que otros científicos puedan examinar todos los pasos realizados por cada investigador. Eso se logra mediante el diseño.

El profesor Piovani establece la distinción entre diseño, proyecto y plan [2]:
·         Diseño: “conjunto de decisiones teóricas y metodológicas que harán posible la investigación.”
·     Proyecto: “documento que responde a aspectos contextuales e institucionales en el marco de los cuales se desarrollará la investigación: marco regulatorio, financiamiento, instancias de control institucional, etc.”
·       Plan de investigación: “esquema que explicita cómo se llevará adelante una investigación desde el punto de vista operativo, e incluye por tanto la dimensión temporal (cronograma de actividades) y las relaciones de precedencia, simultaneidad, etc., entre las distintas acciones implicadas en el proceso de investigación.”
Como puede observarse, el diseño contiene al proyecto y al plan, pues estos últimos serían imposibles sin la formulación del primero.
Elaborar el diseño de investigación significa anticipar lo que se va a hacer. Esto no es monopolio de la investigación científica, sino que es un rasgo característico de la actividad humana. Veamos el ejemplo del trabajo. Karl Marx (1818-1883) indica lo siguiente:
“Una araña ejecuta operaciones que recuerdan las del tejedor, y una abeja avergonzaría, por la construcción de las celdillas de su panal, a más de un maestro albañil. Pero lo que distingue ventajosamente al peor maestro albañil de la mejor abeja es que el primero ha modelado la celdilla en su cabeza antes de construirla en la cera. Al consumarse el proceso de trabajo surge un resultado que antes del comienzo de aquél ya existía en la imaginación del obrero, o sea idealmente. El obrero no sólo efectúa un cambio de forma de lo natural; en lo natural, al mismo tiempo, efectiviza su propio objetivo, objetivo que él sabe que determina como una ley, el modo y manera de su accionar y al que tiene que subordinar su voluntad.” [3]
El profesor Piovani señala que el diseño varía según el tipo de enfoque adoptado en la investigación. Esto nos lleva otra vez a la cuestión de la mayor estructuración del enfoque cuantitativo. Por ejemplo, una investigación cuyo instrumento de recolección de datos es la encuesta requiere la elaboración de un cuestionario en el que figuren todas las posibles opciones de respuesta por parte del encuestado. Y, a su vez, la elaboración del cuestionario requiere, previamente, del establecimiento de las variables a investigar. Esto nos lleva a su vez a la cuestión del MT, etc. En otros términos, los pasos previos a la realización de la encuesta tienen que estar establecidos previamente. A esto nos referimos al hablar de estructuración.
Todo lo anterior muestra que el diseño se diseña, valga la redundancia, antes de comenzar a realizar la recolección de los datos. Vale la pena dedicar un momento a recapitular lo visto hasta aquí para comprender mejor el lugar que ocupa el diseño.
El investigador comienza formulando un problema de investigación a partir de acotar un área temática determinada. Eso requiere llevar adelante la RB. Una vez establecidos los términos del problema, es preciso formular los objetivos, el estado del arte y el MT. Como se dijo en nuestro encuentro pasado, preparar el MT requiere de un nueva RB. En el caso de las investigaciones con enfoque cuantitativo, todas las tareas mencionadas deben realizarse en el orden esbozado aquí. Ahora bien, una vez resuelto el MT corresponde pasar a la cuestión del diseño.
El profesor Piovani señala que existen dos modos antagónicos de pensar el diseño: diseño estructurado y diseño emergente.
“En el primer extremo [el estructurado] todo está absolutamente planificado de antemano: nada de lo que se lleva a cabo durante el proceso de investigación exigirá decisiones no previstas o se apartará de aquello ya pensado. La investigación implicará solamente una aplicación fiel del plan estipulado.” [4]
En cambio, en el diseño emergente:
“Nada está planificado: las decisiones que harán posible la investigación irán «emergiendo» durante el proceso mismo, con una lógica de feed-back a partir de los dictados que surjan del trabajo observacional de campo.” [5]
Piovani acota que se trata de tipos ideales, es decir, modelos que sirven para comprender el trabajo real del investigador pero que nunca se dan en estado puro en la práctica. En la realidad de la investigación se dan un sinfín de combinaciones entre esos modelos, todas ellas derivadas a partir de la especificidad del problema de investigación.
“En la práctica de la investigación (…) se dan situaciones intermedias entre estos tipos ideales, así como diferentes combinaciones de algunas de las características de cada uno de ellos. Lo que se plantea entonces es la idea de diseños flexibles, que pueden ser más o menos estructurados según (…) el grado de detalle que requiera la planificación previa.” [6]
Pero existe un conjunto de características que son comunes a todos los diseños:
·         Decisiones relativas a la construcción del objeto /delimitación del problema.
·         Decisiones relativas a la selección.
·         Decisiones relativas a la recolección.
·         Decisiones relativas al análisis.

Hasta ahora sólo analizamos el primer grupo de decisiones en esta materia, es decir, aquéllas referidas al problema de investigación. Las restantes corresponden a etapas que iremos trabajando en las clases siguientes.
El profesor Piovani coincide con nuestro plantea acerca de la centralidad del problema de investigación:
“Las decisiones de selección (de personas, de pueblos, de momentos, de documentos, etcétera), de recolección (¿Por qué medios se obtendrá la información necesaria a los fines de la investigación?) y de análisis (¿Qué técnicas y herramientas serán empleadas para ordenar, resumir, dar sentido a la información recolectada?) dependen del problema que se aborde. Por lo tanto, antes que nada, los diseños de investigación incluyen cuestiones relativas a la delimitación del problema de interés que (…) condicionará el resto de las decisiones, especialmente en la medida en que todas ellas deben ser instrumentales al logro de los objetivos cognitivos que el problema planteado conlleva.” [7]
A partir de este punto, el texto de Piovani repite cosas que hemos visto en las clases anteriores. Puesto que la decisión relativa al problema de investigación atraviesa el resto de las decisiones a tomar durante el proceso de investigación, es claro que el enfoque elegido para abordar el problema implicará el tipo de diseño a adoptar. Es evidente que un enfoque cuantitativo requiere de un diseño más estructurado, pues es imposible construir herramientas de recolección de datos si no se cuenta con información clara sobre el tipo de datos que se está buscando. Eso implica, por ejemplo, la determinación de las variables a indagar.
Los diseños centrados en enfoques cualitativos precisan de otro tipo de diseños. El profesor Piovani toma la noción de diseño interactivo: “un modelo holista y reflexivo de investigación en el que sus diferentes instancias se relacionan y afectan mutuamente sin seguir una lógica secuencial.” [8]
El profesor Piovani dedica bastante atención a la construcción del problema y a los objetivos de la investigación. Para nosotros es innecesario repetir lo que ya dijimos en las clases pasadas. Por otra parte, trataremos en una clase posterior la cuestión de la selección de la población, así que podemos pasar por alto esa parte del texto.
Podemos pasar por tanto al cuarto apartado del capítulo, referido al proyecto de investigación [9] Este punto es importante, porque muestra un ejemplo concreto de cómo se implementa en la práctica el diseño de investigación. Hay que tener presente que el diseño elaborado por el investigador tiene que adaptarse a los requerimientos de la institución en la que se presenta el proyecto. En nuestro caso, la Escuela de Economía y Negocios, que determina los lineamientos a seguir en el TFPP.
El profesor Piovani ilustra el tema del proyecto presentando como ejemplo los requisitos que exige el CONICET a quienes quieren aspiran a obtener una beca de posgrado tipo I. Si bien se trata de exigencias superiores a las del TFPP (en parte porque los aspirantes a la beca mencionada ya están trabajando como investigadores), el estudiante de la Licenciatura en Turismo puede acceder mediante su lectura a un panorama de la problemática de los requisitos formales de la investigación.
Ya hemos esbozado los rasgos principales del diseño de investigación, tal como los desarrolla el profesor Piovani. Antes de terminar el encuentro de hoy quiero refrescar una cuestión sobre el diseño que no es tratada por Piovani y que nosotros vimos en clases anteriores.
El diseño de investigación puede examinarse desde otra perspectiva, aparte de la mayor o menor estructuración del mismo. Ya hemos señalado que la RB 1, aquella dedicada a precisar el problema de investigación, aporta conocimiento sobre la cantidad de material disponible para llevar adelante la investigación. Si no hay investigaciones previas o el número de éstas es escaso, nuestro diseño será de tipo exploratorio, esto es, nos dedicaremos a recopilar la mayor cantidad de información disponible sobre el problema en cuestión. Por el contrario, si contamos con abundante bibliografía, es posible construir un diseño descriptivo u otro de carácter explicativo.
En otras palabras, la cuestión de la disponibilidad de la bibliografía y otros materiales es fundamental al momento de elaborar el tipo de diseño.

En la próxima clase trabajaremos el texto de Marradi sobre objeto y unidad de análisis, que integra la bibliografía obligatoria de la materia. 
Les agradezco su atención.


Villa del Parque, martes 26 de mayo de 2020

ABREVIATURAS:
MT = Marco teórico / RB = Revisión bibliográfica / TFPP = Trabajo Final de Práctica Profesional

NOTAS:
[1] Piovani. J. I. (2007). “El diseño de investigación”. EN: Marradi, A. (2007). Metodología de las ciencias sociales. Buenos Aires: Emecé. (pp. 71-85).
[2] Piovani, J. I., op. cit., pp. 72-73.
[3] Marx, K. (1996). El capital. Crítica de la economía política. Libro primero: El proceso de producción de capital. México D. F.: Siglo XXI. (p. 216).
[4] Piovani, J. I., op. cit., p. 74.
[5] Piovani, J. I., op. cit., p. 74.
[6] Piovani, J. I., op. cit., p. 74.
[7] Piovani, J. I., op. cit., p. 76.
[8] Piovani, J. I., op. cit., p. 77.
[9] Piovani, J. I., op. cit., pp. 82 y ss.

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