Vuelvo a retomar la
publicación de fichas de lectura de los clásicos de la sociología. En ellas me
limito, por lo general, a copiar extractos, a organizar el material y poco más
que eso. Theodor Adorno dijo que la mejor manera de estudiar sociología era
leer a los clásicos. Suscribo plenamente esa idea.
Nota bibliográfica:
Para la redacción de
esta ficha utilicé la traducción española de Federico Lorenc Valcarce:
Durkheim, Emile. (2003). Lecciones de
Sociología. Física de las costumbres y del derecho y otros escritos sobre el
individualismo, los intelectuales y la democracia. Buenos Aires: Miño y
Dávila.
LECCIÓN CUARTA. MORAL CÍVICA: DEFINICIÓN DEL ESTADO (pp. 105-117).
Nuestro autor dedica
las lecciones 4 a 9 del curso a examinar la relación del individuo con el grupo
más extenso que existe en la actualidad, esto es, el grupo político. Las relaciones entre el individuo y dicho grupo
constituyen la moral cívica,
definida como “el conjunto de las reglas sancionadas que determinan lo que
deben ser estas relaciones” (p. 105).
Durkheim considera
que el paso previo para estudiar la moral cívica es la definición de la sociedad política.
Para que exista la
sociedad política es preciso que estén presentes varios elementos:
1)
Presencia
de una organización gubernamental.
Para poder afirmar que se está en presencia
de una sociedad política es esencial “la oposición entre los gobernantes y los
gobernados, entre la autoridad y los que están sometidos a ella.” (p. 105). En
este sentido, Durkheim traza una divisoria entre las sociedades en las que
existe la mencionada oposición, y aquellas en las que esta no se da; sólo las
primeras pueden ser denominadas políticas. En consecuencia, al hablar de
sociedades políticas estamos mentando “toda organización, al menos rudimentaria,
constitución de un poder, estable o intermitente, débil o fuerte, cuya acción –
cualquiera que sea – se ejerce sobre los individuos.” (p. 105) (1)
Durkheim acota que esta característica se
encuentra presente en otros grupos (menciona expresamente a la familia).
2) Reunión
de grupos sociales secundarios, ya
sea cierto número de sociedades domésticas (familias), como de profesiones o de
castas diversas. (2). Dichos grupos “no son necesarios sólo para la
administración de los intereses particulares, domésticos, profesionales, que
envuelven y que son su razón de ser, sino que también son la condición
fundamental de toda organización social más elevada. Lejos de estar en
contradicción con el grupo social encargado de la autoridad soberana – que
llamamos Estado -. Éste supone su existencia y no existe más que donde ellos
existen. Si no hay grupos secundarios, no hay autoridad política, al menos
ninguna autoridad que pueda ser llamada propiamente de este modo.” (p. 108).
A partir de estos
elementos, construye su definición:
Sociedad política = “una sociedad
formada por la reunión de un número más o menos considerable de grupos
sociales secundarios, sometidos a una misma autoridad, que no depende ella
misma de ninguna otra autoridad superior regularmente constituida.” (p. 108).
|
Durkheim rechaza la teoría patriarcal de la sociedad
política, formulada por Henry Summer Maine (1822-1888) y Numa Denis Fustel de
Coulanges (1830-1889), teoría que sostiene que “la sociedad elemental de la que
habrían surgido las sociedades más complejas sería un grupo familiar extendido,
formado por todos los individuos unidos por lazos de sangre o por lazos de
adopción, y ubicado bajo la dirección del miembro varón más viejo de la
familia, el patriarca.” (p. 108). De este modo, la autoridad suprema de las
ciudades, de los reinos, de las naciones, no tendría nada de original, sino que
sería una derivación de la autoridad del patriarca (la sociedad política no
sería más que una familia ampliada). Según Durkheim, la evidencia empírica
refuta a la teoría patriarcal.
“Las partes [los
grupos secundarios] no se han organizado primero para formar luego un todo
organizado a su imagen, sino que el todo y las partes se han organizado al
mismo tiempo.” (p. 109).
En consecuencia,
“dado que las sociedades políticas implican la existencia de una autoridad y
esta autoridad no aparece más que allí donde las sociedades comprenden una
pluralidad de sociedades elementales, las sociedades políticas son
necesariamente policelulares o polisegmentarias.” (p. 109).
Una vez establecidos
los rasgos fundamentales de la sociedad política, Durkheim define la moral cívica: “las reglas esenciales de
esta moral son aquellas que determinan las relaciones de los individuos con la
autoridad soberana a que están sometidos.” (p. 110).
También elabora la
definición de Estado: “grupo
especial de funcionarios que están encargados de representar esta autoridad [de
la sociedad política]”. (p. 110).
Nuestro autor
sintetiza la cuestión de las relaciones entre el Estado y la sociedad política
determinando el alcance de uno y otro: “llamaremos específicamente Estado a los agentes de la sociedad
soberana y sociedad política al
grupo complejo cuyo órgano eminente es el Estado.” (p. 110-111; el resaltado es
mío). De este modo, los deberes de la moral
cívica “son aquellos que los ciudadanos tienen respecto al Estado y,
recíprocamente, aquellos que el Estado tiene para con los individuos.” (p.
111).
A partir de aquí, el
resto de la Lección está dedicado a estudiar la naturaleza y función del
Estado.
Ante todo, Durkheim
distingue entre el Estado (enfatiza en todo momento que es un grupo complejo) y
sus órganos de ejecución (como es el caso de los servicios públicos.
¿Qué es lo específico
del Estado? Producir representaciones
colectivas. Los órganos estatales (los específicos del Estado, no sus
órganos de ejecución) “son los únicos que tienen la capacidad para pensar y
actuar en nombre de la sociedad” (p. 111). (3)
“Cuando el Estado
piensa y decide, no hay que decir que es la sociedad la que piensa y decide a
través de él, sino que él piensa y decide por ella. No es un simple instrumento
de canalizaciones y concentraciones. Es, en cierto sentido, el centro
organizador de los subgrupos mismos.” (p.112).
La consciencia
colectiva reside en toda la sociedad, no únicamente en el Estado. Sin embargo,
sólo el Estado tiene la capacidad de presentar de manera precisa dicha
consciencia. Los funcionarios estatales se dedican a producir representaciones
colectivas que son obligatorias para la sociedad en su conjunto.
“El Estado es un
órgano especial encargado de elaborar ciertas representaciones que valen para
la colectividad. Estas representaciones se distinguen de otras representaciones
colectivas por su más alto grado de conciencia y de reflexión.” (p. 113).
Nuestro autor
enfatiza que el Estado no ejecuta nada; se dedica a pensar: “El Estado, al
menos en general, no piensa por pensar, para construir sistemas de doctrinas,
sino para dirigir la conducta colectiva. Pero, no obstante, su función esencial
es pensar.” (p. 113).
Durkheim dedica la
parte final de la Lección a dar respuesta a la pregunta de hacia dónde está
orientado el pensamiento del Estado. En este punto distingue entre la solución
propuesta por los individualistas y
la solución a la que denomina mística.
Los individualistas
colocan al individuo por sobre el Estado, y consideran que éste tiene por
objeto preservar los derechos individuales; de ahí que la tarea estatal sea
esencialmente negativa y pueda ser satisfecha con un Estado reducido. El
supuesto principal de los individualistas es que el individuo es lo único que
hay de real en la sociedad. Durkheim descarta esta solución pues se encuentra
en contradicción con los hechos: la evolución de la sociedad muestra un
crecimiento constante de la función estatal.
La solución mística
encuentra su expresión más elevada en las teorías sociales de Hegel
(1770-1831), quien sostiene que el Estado tiene que cumplir los fines sociales
(que son superiores a los individuales), y que el individuo es un simple
instrumento para la realización de los mismos. Finaliza la Lección constatando
el agotamiento de la solución individualista.
Villa del Parque,
viernes 3 de septiembre de 2015
NOTAS:
(1)
El
enfoque durkheimiano puede compararse con el de Marx, quien establece una
distinción entre las sociedades de clase y aquellas en las que no existen las
clases sociales. Sólo en las primeras existe el Estado, pues éste es el
instrumento de dominación de una clase sobre otra.
(2)
Durkheim
descarta al territorio (porque ésta
es una característica compartida también con la familia) y a la importancia numérica de la población
(porque el número de individuos que constituyen una sociedad política es
sumamente variable) como elementos esenciales de la sociedad política.
(3)
Durkheim
aclara que la sociedad también produce representaciones colectivas, pero es
tarea exclusiva del Estado tomar las decisiones por la sociedad.
1 comentario:
Muchísimas gracias! Tu resumen me fue de mucha ayuda.
Publicar un comentario