Nota bibliográfica:
Para la redacción de
esta ficha utilicé la traducción española de Federico Lorenc Valcarce:
Durkheim, Emile. (2003). Lecciones de
Sociología. Física de las costumbres y del derecho y otros escritos sobre el
individualismo, los intelectuales y la democracia. Buenos Aires: Miño y
Dávila.
Aclaración:
Los párrafos entre
corchetes intercalados en el texto corresponden a comentarios de mi autoría.
LECCIÓN OCTAVA. MORAL CÍVICA: FORMAS DEL ESTADO. LA
DEMOCRACIA
(pp.149-160).
“Gobernar es siempre la
función de un órgano definido, delimitado.” (p. 149)
Varía la forma en que
el gobierno se comunica con el resto de la población. En unos casos, se
encuentra replegado sobre sí mismo y es, ante todo, “el agente de las
relaciones exteriores, el agente de las conquistas, el órgano de la diplomacia”
(p. 149). En otras sociedades, el Estado mantiene comunicaciones permanentes
con el resto de la sociedad (Estado y ciudadanos están permanentemente
informados de lo que hace uno y otro): democracia.
En definitiva,
Durkheim propone una teoría de las formas de gobierno basada en el tipo de
comunicación entre el gobierno y la población: “Poco importa que los jefes de
Estado sean tantos o cuantos; lo esencial es la manera en que se comunican con
el conjunto de la sociedad.” (p. 150).
Esta “comunicación
estrecha” entre el gobierno y la sociedad es el primer rasgo distintivo de la democracia.
El segundo rasgo de la democracia es la extensión del campo de
la conciencia gubernamental, su mayor maleabilidad. En las sociedades
precapitalistas, la conciencia gubernamental se encuentra localizada en los
bordes del organismo-sociedad (por ello el Estado aparece, ante todo, como el
encargado de las relaciones exteriores), y suele mantenerse inaccesible para la
mayoría de la sociedad, por eso se lo identifica con lo religioso. [La Modernidad
se identifica, entonces, con el aumento de las comunicaciones – las
deliberaciones, dice Durkheim, entre los miembros de la sociedad.]
Una consecuencia de
la mayor comunicación entre los miembros de la sociedad es la mayor facilidad
con que se desarrolla el cambio social:
“Dado que hay una mayor cantidad de cosas sometidas a la deliberación
colectiva, hay también más cosas en vías de transformación.” (p. 152).
Durkheim sintetiza
así este segundo rasgo de la democracia:
“La verdadera
característica es doble: 1°La mayor extensión de la conciencia gubernamental,
2° Las comunicaciones más estrechas de esta conciencia con la masa de las
conciencias individuales.” (p. 152).
[En lo que sigue hay
un inconfundible aire a Tocqueville y su análisis del Antiguo Régimen.]
Durkheim considera
que la democracia no es ni un descubrimiento ni un renacimiento acaecido en el
siglo XIX; es el resultado de un largo proceso histórico cuya nota principal es
la difusión de la reflexión en el seno de las sociedades:
“La democracia es la
forma política a través de la cual la sociedad alcanza la más pura conciencia
de sí misma. Un pueblo es más democrático cuando la deliberación, la reflexión,
el espíritu crítico desempeñan un papel más considerable en la marcha de los asuntos
públicos. Lo es menos cuando predominan la inconsciencia, las costumbres
irreflexivas, los sentimientos oscuros, los prejuicios sustraídos al examen.”
(p. 153).
Si se tiene presente
la centralidad del rasgo del incremento de la comunicación para caracterizar a
la democracia, se comprende el porqué Durkheim considera que la monarquía fue más democrática que el feudalismo (porque centralizó las
fuerzas de la sociedad). (1).
¿Por qué se extiende
la democracia?
a)
La
mayor complejidad de las sociedades [Extensión de la división del trabajo]
requiere de una mayor reflexión. “Cuanto más complejo se vuelve el medio
social; también se vuelve más cambiante; es necesario, entonces, que la
organización social se transforme en la misma medida y se vuelve más reflexiva y
consciente de sí misma.” (p. 153). (2).
b)
Es
el régimen político más adecuado para “nuestra concepción actual del
individuo”. Más claro: “El valor que atribuimos a la personalidad individual
hace que nos repugne convertirla en un instrumento material que la autoridad
social mueve desde afuera.” (p. 154). “Ser autónomo, para el hombre, es
comprender las necesidades a las que debe plegarse y aceptarlas con
conocimiento de causa. No podemos hacer que las leyes de las cosas sean de otro
modo del que son; pero podemos liberarnos de su influencia pensando en ellas,
es decir, apropiándose de ellas a través del pensamiento. Esto constituye la
superioridad moral de la democracia. Porque es el régimen de la reflexión,
permite al ciudadano aceptar las leyes de su país con más inteligencia y, por
tanto, con menos pasividad.” (p. 154-155; el resaltado es mío – AM-).
A continuación,
Durkheim refuta la siguiente concepción de la democracia: el Estado representa
a la masa de los individuos “y toda la organización gubernamental tiene por
único objeto el traducir lo más fielmente posible, sin agregar nada, sin
modificar nada, los sentimientos esparcidos en la colectividad.” (p. 155). Una
expresión de esta concepción es el mandato
imperativo. Si bien goza de bastante aprobación, nada tiene que ver con la democracia. “Porque la democracia
supone la existencia del Estado, de un órgano gubernamental, distinto del resto
de la sociedad, aunque estrechamente en relación con ella” (p. 155). El Estado
no tiene por función expresar los sentimientos irreflexivos de la multitud,
“sino en agregar a este pensamiento irreflexivo un pensamiento más meditado,
que es necesariamente diferente. El Estado es, y debe ser, una fuente de
representaciones nuevas, originales, que deben permitir que la sociedad se
conduzca con más inteligencia que cuando era movida simplemente por
sentimientos oscuros que operaban sobre ella.” (p. 156). El Estado utiliza
todos los medios disponibles (estadística, informes administrativos, etc.) “no
simplemente para saber lo que piensa la sociedad, sino para descubrir qué es lo
más útil para la sociedad.” (p. 156). (3)
Durkheim sostiene que
la causa del éxito de la concepción de la democracia esbozada a principios del
párrafo anterior, radica en la inexistencia de grupos intermedios que medien
entre el Estado y los individuos. Termina la Lección proponiendo a los grupos profesionales como “base tanto
de nuestra representación política como de nuestra organización social.” (p.
160).
Villa del Parque,
jueves 10 de septiembre de 2015
NOTAS:
(1)
Nótese
cómo define al régimen feudal: “El feudalismo es la difusión de la vida social,
es el máximo de autoridad y de inconsciencia, que las sociedades actuales han
reducido.” (p. 153).
(2)
“Las
asambleas deliberativas se convierten en una institución cada vez más general,
debido a que son el órgano a través del cual las sociedades reflexionan sobre
sí mismas y, por consiguiente, el instrumento de las transformaciones casi
ininterrumpidas que requieren las condiciones actuales de la consciencia
colectiva. Para poder vivir actualmente, es necesario que los órganos sociales
cambien a tiempo y, para que cambien a tiempo y rápidamente, es necesario que
la reflexión social siga atentamente los cambios que se producen en las
circunstancias y organice los medios para adaptarse a ellas.” (p. 154).
(3)
En
su lenguaje peculiar, Durkheim expresa con precisión el carácter de aparato de
dominación del Estado (su carácter de clase). Surgido en el seno de la sociedad
dividida en clases sociales antagónicas, es consecuencia y causa de la
extensión de la división del trabajo. No sólo se ocupa de reprimir a las clases
explotadas; se encarga, además, de generar la legitimidad (el consenso) de la
dominación. Para cumplir estas funciones es preciso que se presente como órgano
independiente (separado) de la sociedad, para no figurar como impregnado por
los intereses materiales en pugna. Esta separación le permite crear una
ideología universal, que pretende ser válida para toda la sociedad.
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