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domingo, 15 de enero de 2012

LOS INTELECTUALES Y EL KIRCHNERISMO: COMENTARIOS A LA CARTA "ARGUMENTOS PARA UNA MAYOR IGUALDAD"

En la edición del miércoles 11 de enero de 2012, PÁGINA/12 publicó el documento "Argumentos para una mayor igualdad" (1).  Como se trata de un texto característico de los alcances y limitaciones del debate intelectual en la Argentina actual, hemos decidido dedicarle estos comentarios.

Los autores del documento comienzan el texto anunciando que pretenden "escapara a una falsa polarización". La referencia es a Carta Abierta (2) y a Plataforma 2012 (3), otros dos agrupamientos de intelectuales. En el primer caso, se trata de un grupo de intelectuales abiertamente "kirchneristas"; en el segundo, de intelectuales que dicen tener una posición crítica frente al gobierno. Es significativo que los autores opten por dejar al margen (por "ningunear") a los intelectuales que han adherido públicamente al Frente de Izquierda (4). Según parece, el pluralismo y la diversidad no llegan a tanto.

Los firmantes del documento afirman "desear que la Argentina sea una sociedad más igualitaria". Pero dejan a Carta Abierta al margen de sus críticas y la emprenden, en cambio, con Plataforma 2012: "¿Cómo es posible que nuestro diagnóstico acerca de lo que sucede en el país sea tan distante del de Plataforma?". Por tanto, desde el principio los firmantes se proponen confrontar con Plataforma 2012.

Los autores de Argumentos comienzan su crítica de Plataforma 2012 expresando sus diferencias en cuanto a la manera de concebir el "pensamiento crítico". En primer lugar, los autores afirman que conciben a éste como aquél que "distingue entre cualidades diferentes, se adentra con cuidado en procesos complejos". Un poco más abajo vuelven a enunciar lo mismo: "la principal función de la crítica (...) es la capacidad de distinguir". Ahora bien, si la principal función de la crítica es "distinguir": ¿qué distingue a la crítica de otras formas de pensamiento?, ¿acaso el pensamiento dogmático no tiene también que distinguir entre el dogma y la herejía? En nuestra opinión, los buenos modos académicos esterilizan las mejores intenciones. La crítica, tal como la entendían gente como Diderot o Marx, tenía por objetivo combatir un orden de cosas existente. No se trataba de una actividad útil para mejorar un proyecto de investigación. ¿Qué hubiera dicho alguien como Voltaire frente a recomendaciones como las formuladas por la gente de Argumentos? 

Si algún lector piensa que lo expresado en el párrafo precedente es una exageración, puede acomodarse en su silla y leer con calma la siguiente frase que figura en el documento: [El pensamiento crítico que reivindicamos - los firmantes de Argumentos - ] no descalifica a los adversarios o a quiénes piensan diferente: construye argumentos (...) creemos que es urgente desplegar un debate franco, que busque reconocer los matices y complejidades del proceso actual." Hay aquí demasiado apego a las normas de lo políticamente correcto. En política hace falta tanto construir, difundir y lograr que los argumentos se vuelvan carne en las masas, como también descalificar al adversario para hacerle perder influencia. Una cosa no quita la otra. Alguien que defiende la explotación está defendiendo una hijoputez y hay que decirlo claramente, sin que por ello descuidemos el trabajo de rebatir su argumento. La política es pasión, no un juego de salón.

En pocas palabras, el "pensamiento crítico" que reivindican los autores de Argumentos poco tiene que ver con la crítica de la sociedad por intelectuales comprometidos con la transformación de la misma; en cambio, expresa hasta la saciedad los lugares comunes del mundo académico actual.


Pasemos adelante. A continuación, los autores explican del siguiente modo sus diferencias con Plataforma 2012: "parten de una idea que consideramos equivocada: este gobierno es nefasto y sólo hace cosas nefastas." De paso, hacemos notar que siguen sin decir una palabra de Carta Abierta.


Para aclarar sus diferencias son Plataforma 2012, los firmantes proceden a formular una enumeración de 6 puntos. Con el objeto de ordenar esta exposición vamos a respetar el orden de los autores:


1) Ante la frase de Plataforma 2012, "se ha profundizado la desigualdad [durante los gobiernos kirchneristas], los firmantes de Argumentos responden: "Esto no puede afirmarse y menos aún al pasar (...) Nos parece muy preocupante que se realice una afirmación tan grave sin análisis ni datos". Ahora bien, y sin entrar a discutir por el momento la posición de los autores de Plataforma 2012, los firmantes de Argumentos, partidarios del "pensamiento crítico" que consiste en adentrarse "con cuidado en procesos complejos" tienen la oportunidad de dar datos y refutar cuidadosamente a la gente de Plataforma 2012. Veamos cómo lo hacen. 


Nuestros cultores del "pensamiento crítico" comienzan incurriendo en dos simplificaciones: a) ignoran el carácter capitalista de la sociedad argentina, cuestión que es fundamental en cualquier análisis de la desigualdad; b) reducen la problemática de la desigualdad a la "distribución del ingreso". Todo el punto 1 del documento es un esfuerzo por mostrar (amontonando medidas del gobierno de Cristina Fernández y sin dar un sólo dato numérico) que "la desigualdad no se ha profundizado desde 2003 a la actualidad". Puestas así las cosas, la afirmación de Argumentos está tan pobre de análisis y de datos como la de Plataforma 2012. La afirmación de los autores de Argumentos tiene que ser discutida en dos planos: 1) la desigualdad no puede ser reducida a una cuestión de ingresos. Proceder así implica legitimar el capitalismo, pues se deja incólume la principal desigualdad que consiste en la que se verifica en el proceso de producción entre el empresario y el trabajador. Esta desigualdad no es sólo económica, sino también política. El lugar de trabajo es un lugar de producción de desigualdad. Una lucha consecuente contra la desigualdad en el capitalismo requiere modificar la forma en que se produce y no solamente la forma en que se distribuye. El capitalismo supone necesariamente una distribución desigual, desde el momento en que está basado en la propiedad privada de los medios de producción. El planteo de Argumentos tiende a reducir la cuestión a un regateo entre empresarios y trabajadores, bajo la supervisión de un Estado árbitro; 2) el estudio cuidadoso de los datos para mostrar lo sucedido con la distribución del ingreso en el período 2003-2011. 


A lo anterior, hay que agregar que no estamos de acuerdo con una serie de afirmaciones puntuales de Argumentos respecto a la cuestión de la desigualdad. Así, "la reducción del trabajo precario (aún modesta para los objetivos que deben plantearse)". Esta frase es un modelo de ligereza enel tratamiento de los problemas sociales. En la actualidad, hay un 35/40 % de la fuerza de trabajo  en situación de precariedad (no registrados). Esta cifra se da en el marco de un largo período de crecimiento económico. Es un ejemplo de cómo la desigualdad en un sentido fuerte (los trabajadores "no registrados" tienen mucho menos derechos al pataleo que los registrados) ha sido uno de los pilares del modelo de acumulación implementado por el "kirchnerismo". Pero la gente de Argumentos prediere no decir palabra. Es verdad que manifiestan escrúpulos al acotar que "la reducción del trabajo precario" es "modesta". Ahora bien, la vaguedad de la frase  "los objetivos que deben plantearse" muestra que los firmantes del documento no tienen muy en claro cuáles son sus metas en la lucha contra la desiguadad. Si de trabajo precario se trata, el objetivo tiene que ser su completa eliminación, dado que es una fuente permanente de "desigualdad". ¿Por qué no lo dicen los autores de Argumentos? 


Los firmantes también sostienen que las retenciones y el Imperio a las Ganancias, "mejoran la distribución". Así formulada, la frase es inexacta. Las retenciones y el Impuesto a las Ganancias mejoran la situación financiera del Estado, pero no necesariamente la distribución del ingreso. Esto último tiene que ser demostrada mediante un estudio cuidadoso, cosa que no hacen nuestros adalides del "pensamiento crítico". 


Por último, "leyes como el matrimonio igualitario o del peón rural reducen otras desigualdades" [que no son las generadas por la distribución del ingreso]. Los firmantes muestran inconsecuencia en el manejo del "pensamiento crítico", pues antes habían afirmado que "la principal función de la crítica es la capacidad de distinguir". ¿Por qué se mezclan, entonces, cuestiones tan distintas como el matrimonio igualitario y el Estatuto del Peón? Como indicamos, este punto 1 tiene el carácter de "amontonamiento" y no de argumento cuidadoso.


2) Los firmantes de Argumentos coinciden con los de Plataforma 2012 en la "preocupación" por la erosión de "la máxima (...) de que la policía concurra sin armas a las protestas sociales". Consideran que esta fue "una de las grandes conquistas democráticas posteriores a los asesinatos de Kosteki y Santillán". Estas conquista comenzó a resquebrajarse con el asesinato de Fuentealba y se vio vapuleada con los hechos del Parque Indoamearicano, la represión en Formosa y el asesinato de Mariano Ferreyra.

La coincidencia con Plataforma 2012 es fuerte en este punto, los firmantes de Argumentos apenas acotan que "ese hecho [el encarcelamiento de Pedraza en el caso Ferreyra] parece no existir para Plataforma". A diferencia del punto 1, Argumentos es más preciso en los objetivos que propone: "consideramos imprescindible que el gobierno nacional tenga una política consecuente con su política de derechos humanos en relación con los asesinatos ocurridos en Jujuy, Santiago del Estero, Formosa y otras provincias. Una política que logre retrotraernos a la situación previa a los primeros muertos en las provincias". Los cultores del "pensamiento crítico" vuelven a simplificar las cosas, hasta el punto en el que sus críticas se vuelven irrelevantes. No dicen una palabra acerca de las causas del cambio (del resquebrajamiento) de la política de derechos humanos. ¿Acaso fue producto del capricho?


Pero, y esto es lo principal, los firmantes de Argumentos reducen los derechos humanos a la represión de las protestas sociales. En el fondo, no salen de los límites del esquema "kirchnerista", que hacen de los derechos humanos una cuestión de memoria y no de actualidad. Desde una concepción más amplia, los derechos humanos incluyen vivienda, salud, educación y trabajo. El modelo "kirchnerista" subordina la satisfacción de estos derechos a la acción del mercado, y la insatisfacción de los mismos no es considerada como una violación a los derechos humanos. Tampoco se hace ninguna referencia a la tortura en comisarías y cárceles, ni al "gatillo fácil" aplicado sobre los jóvenes "morochos". El planteo de Argumentos es demasiado pulcro, demasiado académico, como para molestar a nadie. 

3) Comienza con una frase que nos retrotrae a la visión posmodernista de la sociedad: "Todos los gobiernos, de izquierda o de derecha, construyen relatos." La noción de "relato" es la forma posmoderna de aludir a la vieja cuestión de la ideología. Sin entrar en detalles, la mencionada noción tiende a formular una versión relativista del proceso histórico, pues lleva a pensar que la ideología es una mera justificación de los actos de cada actor político, construida como si se tratara de una obra de ficción. Hablar de ideología, en cambio, supone ligar estos "relatos" a intereses determinados, y dejan de ser ficciones para volverse parte de la realidad, ya sea justificando la dominación o poniéndola en cuestión. De ahí que la mención a la "izquierda" y a la "derecha" termine girando en el vacío. Cabe decir que, hasta este momento, el documento presenta a la izquierda y a la derecha como una cuestión de distribución del ingreso; la producción (base de la desigualdad que dicen combatir los autores del documento) queda intacta. Por último, la mención a los relatos está armada de un modo tal que parece que los principales destinatarios de esos relatos fueran los intelectuales. Todo es muy autorreferencial.


A continuación, los firmantes de Argumentos se preocupan por negar la existencia de un "discurso único" bajo el "kirchnerismo", tal como sostiene la gente de Plataforma 2012. Despachan la cuestión diciendo que hay "debate público" y que, por tanto, no puede hablarse de "pensamiento único". En rigor, las cosas son un poco más complejas. La dominación capitalista requiere, para ser efectiva, la apariencia de pluralidad. Esto es así, porque dicha pluralidad se halla garantizada por la dictadura capitalista en la fábrica. Este es el marco imprescindible para analizar la cuestión de la pluralidad. Pero los autores parecen haber hecho la promesa de no mentar ni en sueños al capitalismo ni a cualquier otra cuestión terrenal. 


4) En este punto del documento se encuentra la defensa más encendida de la política del "kirchnerismo". El punto comienza así: "Existen disputas por la legitimidad política muy asociadas con los procesos de distribución económica." Al revés, ¿existen, acaso, disputas políticas que no estén asociadas a "procesos de distribución económica"? Entonces la afirmación de Argumentos es una verdad de Perogrullo, sólo que lavada y empeorada. Si aceptamos el punto de vista de los autores: a) queda abierta la posibilidad para escindir ciertas luchas políticas de la disputa por los "procesos de distribución económica"; b) está implícita la negación de que las luchas políticas puedan tener por objeto los procesos de producción. Para los autores del documento que estamos comentando, todo el proceso político gira en torno a la distribución.


Luego de este comienzo, vuelve a ser rechazada la tesis de la "profundización de la desigualdad", postulada por los firmantes de Plataforma 2012. Acto seguido, nos presentan una verdadera perla: "los poderes económicos y corporativos son mucho más reales de lo que un lector de Plataforma podría suponer. (...) todos hemos vistos actuar a los grupos rurales, eclesiásticos, a los medios, a transnacionales, fondos buitres y gobiernos extranjeros." ¿Cómo debemos entender esta afirmación y qué relación guarda con la cuestión de la desigualdad? En principio, a nadie se le ocurre negar la realidad, por ejemplo, de los grupos rurales (¿por qué no mencionar directamente a la Mesa de Enlace o a la Sociedad Rural?). El problema es que los autores no arman explícitamente todo su argumento. Veamos. Dicen que las luchas políticas se encuentran asociadas con los procesos de distribución económica, y que esas luchas "son verdaderamente complicadas". Pero no explican directamente porque son "complicadas". Viene una referencia a la "corriente progresista" que enuncia la tesis de la profundización de la desigualdad, y acto seguidon formulan su referencia a los poderes "económicos y corporativos", y a sus tensiones con el gobierno. El argumento implícito parece ser: el gobierno de Cristina Fernández quiere reducir la desigualdad, pero la correlación de fuerzas le es desfavorable frente a los "poderes económicos y corporativos". En consecuencia, el deber de los intelectuales es apoyar al "kirchnerismo" para no hacer el juego a esos "poderes económicos y corporativos". Pero nada de esto aparece formulado claramente. Hay que tener presente que se trata de un texto político, dirigido al gran público.

5) Para los autores de Argumentos, la "disyuntiva" actual en el país se da entre una "concepción neodesarrollista, que en el fondo cree que mayores formas de inclusión y justicia serán alcanzadas gracias al crecimiento económico" y una "concepción igualitarista que cree en un desarrollo integral, económico y social, ambiental y cultural". Todo muy bonito, pero si las clases son planteadas de este modo, ambas concepciones parecen girar en el vacío o ser meros "relatos". Esto es así porque los autores piensan la disyuntiva en términos estrictamente académicos, no políticos. Si el "pensamiento crítico" pretende transformar la realidad, tiene que empezar por ser verdaderamente critico. En vez de plantear una disyuntiva abstracta, los autores de Argumentos podrían comenzar por identificar a los actores que se encuentran detrás de ambas concepciones, y luego ponerlos en relación con : a) el carácter capitalista de la sociedad argentina; b) los "poderes económicos y corporativos".


6) En el último punto del documento, los autores esbozan su posición frente al gobierno de Cristina Fernández. Expresan su desacuerdo ("no compartimos") con "acciones y metodologías" del gobierno. Citan el Indec y la minería contaminante. Ni una palabra sobre vivienda, salud, educación, jubilaciones, precariedad laboral. Pero, a la vez, niegan la posibilidad misma de construir un proyecto político a la izquierda del "kirchnerismo". Así, sostienen que dichas discrepancias con acciones y metodologías del gobierno, "no nos lleva a creer que exista hoy en la Argentina la posibilidad de una construcción de izquierda que insista en desconocer los avances logrados en estos años." Si la izquierda desconoce los "logros", es por irracionalidad y tozudez. Expresado en términos más llanos, dada la correlación de fuerzas, el "kirchnerismo", con todos sus defectos, es la única izquierda posible. De ahí que sostengan que "un pensamiento crítico comprometido con lo que hay que lograr, pero también con lo logrado, intervendrá activamente en el debate acerca de lo que falta, que es un avance cualitativo en todos los terrenos de una mayor igualdad."


Un "pensamiento crítico" comprometido con la lucha de los trabajadores comenzará por formular un análisis en términos de la correlación de fuerzas entre las clases sociales, teniendo presente que la lucha por la igualdad debe incluir como eje a las relaciones de producción. Los firmantes de Argumentos eligen un camino diferente. Parten de la petición de principio de que el "kirchnerismo" lucha por la igualdad, y a partir de allí cuentan cuanto falta para lograr esa igualdad. Ni siquiera tienen en cuenta la disyuntiva que indicaron en el punto 5. Como su horizonte teórico es la distribución, no tienen necesidad de hablar de capitalismo, ni de explicar como una sociedad capitalista, desigual por definición, puede volverse igualitaria sin perder su condición de capitalista. 




Mataderos, domingo 15 de enero de 2012

NOTAS:

(1) Ver el documento completo, así como también la lista de los firmantes, en: http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-185201-2012-01-11.html

(2) El sitio oficial de Carta Abierta es: http://www.cartaabierta.org.ar/

(3) La dirección del blog de este agrupamiento es: http://plataforma-2012.blogspot.com/

(4) El blog de la Asambles de intelectuales, docentes y artistas en apoyo al Frente de Izquierda y los Trabajadores es: http://asambleadeintelectualesfit.wordpress.com/

3 comentarios:

Anónimo dijo...

El trabajador debe pagar además del 21% de I.V.A.,un impuesto a la ganacias!!!!!!!!!

Adrita dijo...

hola Ariel,
está muy bueno como desmenuzaste la carta ¿vacía? de "Argumentos..."
cuando leí en el Página que se había "conformado otro grupo de intelectuales críticos" pensé que era "serio" y sobretodo con ese nombre, pero,
PERO, es evidente que son kirchneristas "encubiertos" -o no- que "salieron" a contrarrestar al recientemente formado grupo Plataforma 2012, ¿por qué? porque como vos planteás muy bien
1) ningunean al grupo de intelectuales que adhieren al FIT (Frente de Izquierda y de los Trabajadores) y que SÍ analizan la realidad y cuestionan con ARGUMENTOS este sistema injusto de poder y además PROPONEN SOLUCIONES REALES NO UTÓPICAS, ¿será porque no tienen argumentos para refutarles a los intelectuales del FIT que prefieren ignorarlos estos K?

2) TODOS sabemos que la izquierda es ANTICAPITALISTA, esa es la esencia de la izquierda! ¿cómo estos ¿intelectuales? tienen el tupe de pretender que nos "creamos" que el gobierno kirchnerista puede tener "algo" de izquierdoso? es más sobre todo después que "su" Presidenta en la reunión del G-20 proclamó muy apasionadamente QUE ELLA QUERÍA UN CAPITALISMO EN SERIO!

Creo que estos tipos son mas jodidos que Macri, porque al fin y al cabo Macri no se pone ninguna careta es un burgués y se "hace cargo" en cambio estos que se la dan de nacionales, humanistas, populares y etcétera son voceros (forros serviles) de este gobierno netamente capitalista y servil del imperio.

saludos

Ariel Mayo (1970) dijo...

Tanto al anónimo como a Adrita gracias por sus comentarios. A Adrita el agradecimiento es figurita repetida, siempre tiene paciencia para leer las entradas de este blog, aún las más pesadas y extensas.
En el caso del comentario de Anónimo, el hecho que menciona es una clara expresión de cómo el Estado carga el peso de su financiamiento sobre el lomo de los trabajadores (claro que no es "progresista" decir estas cosas).
Adrita, creo que no se puede ser de izquierda (salvo que pensemos que las palabras no significan nada) si se ignora la existencia de la lucha de clases y se deja de lado que la principal fuente de desigualdad en nuestra sociedad es el capitalismo. El uso del término "nacional" en el caso de los "kirchneristas" cumple la función de meter en la misma bolsa a los De Mendiguren y a los sufridos laburantes que toman el Sarmiento a las 6 de la matina. Como no existen las clases sociales, somos. todos nacionales y amén. Saludos,