Vistas de página en total

sábado, 17 de agosto de 2013

EL MÉTODO DE LA ECONOMÍA ACADÉMICA: VARIACIONES EN TORNO A LA DEFINICIÓN DE ECONOMÍA

La bolsa de Wall Street



Para desarrollar el tema utilizo el capítulo 1 de la obra de Mochón y Beker. (1) El motivo de la elección radica en la difusión alcanzada por el texto. En otras palabras, se trata de criticar en él a las ideas convencionales de la economía neoclásica, con las que se nutren los estudiantes de los primeros cursos universitarios de economía. 

El texto comentado es una exposición verdaderamente característica de los prejuicios y manías de los neoclásicos. El hilo conductor del capítulo es la adhesión a las tesis del individualismo metodológico, eliminando así el contenido (el carácter) social de la economía. En este sentido, los autores reconocen  que “su objeto de estudio [de la economía] [son] los individuos.” (p. 11). 

“Los supuestos más característicos utilizados en Economía son: por un lado, que los agentes económicos [individuos y empresas] actúan de forma racional, esto es, que son lógicas en el planteamiento de los problemas y en las soluciones que eligen, y, por otro, que los individuos son utilitaristas o egoístas y, consecuentemente, siempre tratan de maximizar alguna magnitud.” (p. 10). 

En todo el capítulo no hay una sola referencia a las clases sociales como constitutivas de los comportamientos individuales: sólo hay átomos egoístas que obran en su propio provecho (podemos decir que nos hallamos aquí en el nivel del capítulo 13 del Leviatán de Hobbes). Tampoco hay ninguna referencia al carácter histórica, transitorio, de las relaciones capitalistas (atomísticas). El aparato conceptual se resiente del marco teórico utilizado, y remite constantemente a una teoría psicológica de la acción: par necesidades – deseos. Egoísmo y apetencias. Nos encontramos en pleno s. XVII y XVIII, pero sin la brillantez de este período. 

Esta nota voy a limitarme a seguir el desarrollo de la definición del concepto economía. Hay que decir que los autores reconocen que la economía es una ciencia social (p. 8). Sin embargo, resulta muy difícil precisar en qué consiste ese carácter social, si se tiene en cuenta la forma en que escamotean dicho carácter en la formulación de su definición de economía.

Los autores siguen el siguiente procedimiento:

1° paso: La economía “se ocupa de las cuestiones que surgen en relación con la satisfacción de necesidades de los individuos y de la sociedad.” (p. 3). Aquí nos encontramos con la sociedad  que “obliga a sus miembros a llevar a  cabo determinadas actividades productivas” para obtener los bienes y servicios que satisfagan dichas necesidades. Estas necesidades están determinadas en forma orgánica (comer, beber, etc.) o social (asistir a la escuela, etc.), pero todas ellas exigen para su satisfacción el establecimiento de determinadas relaciones entre los individuos. De esto último no se dice una palabra, pues los autores se dirigen a identificar la economía con una técnica. Pero conviene no adelantarse.

2° paso: La economía “se preocupa (…) de la manera en que se administran unos recursos escasos” (p. 4) para producir bienes y satisfacer así las necesidades. La administración y no el análisis de las relaciones sociales es el eje del análisis. La producción de bienes no aparece como un campo de lucha y generación de poder social, sino como el terreno en que impera la ciencia de la administración, la técnica de producir en base a la escasez. Este último concepto (el de escasez), opera como deux et machina que birla el examen de las relaciones sociales.

3° paso: Después de lo anterior, la economía es ahora “la ciencia de la elección”. ¿Por qué? Frente a los problemas de los “individuos y de las empresas”, “lo que pretende la economía es ofrecer un método para ordenar y establecer las prioridades a la hora de tomar decisiones sobre las necesidades individuales o colectivas que se desea satisfacer” (p. 3). Empezamos con la sociedad y terminamos con la elección de prioridades. Al ocultar las relaciones de producción y, por ende, el conflicto social, la elección de prioridades aparece como un proceso objetivo (los autores se deslizan a considerarlo como una elección técnica, que hace a la organización eficiente de los factores de producción), y no como el resultado de la política. Para eliminar a la política, los autores recurren a los supuestos individualistas metodológicos que mencionamos más arriba (pág. 10 del texto). Estos supuestos (más allá de su carácter eminentemente ideológico, naturalizador del capitalismo) remiten al problema de la forma en que la teoría intenta apropiarse de la realidad. La ciencia social debe apropiarse las relaciones, no las apariencias de las mismas (para la escuela neoclásica, la principal apariencia es el homo oeconomicus).

4° paso: Los autores nos ofrecen su definición final: la economía “es la ciencia que estudia la asignación más conveniente de los recursos escasos de una sociedad para la obtención de un conjunto ordenado de objetivos” (p. 4). Ahora bien, ¿quién determina qué asignación de recursos es la más conveniente? Si nuestra sociedad fuera homogénea, es decir, no estuviera compuesta por clases sociales con intereses antagónicos, podríamos aceptar que dicha acepción se igualara a una decisión objetiva, técnica. Como esto no es así, subsiste la pregunta anterior, con el agregado de que si la sociedad es desigual, al elegir una determinada asignación la economía está tomando partido por una de las partes de la sociedad. Los recursos escasos, ¿son escasos en términos naturales – cuantitativos – o en términos sociales – cualitativos –? El capital produce nuevas necesidades y, por tanto, nueva escasez. Los neoclásicos se deslizan a considerar las necesidades como un problema psicológico y a la escasez como un problema natural o técnico. La última formulación es todavía más característica: “La economía no estudia un área o un campo de la actividad humana, sino un aspecto de ésta: el aspecto de toda actividad humana que, en el intento de satisfacer las necesidades materiales, implica la necesidad de elegir” (p. 4).

El corolario de este procedimiento: la microeconomía “estudia los comportamientos básicos de los agentes económicos individuales y los mecanismos de formación de los precios” (p. 5). El valor, las relaciones de producción, las clases sociales, son expulsados de la consideración de la economía.


Villa del Parque, sábado 17 de agosto de 2013


NOTAS: 

(1) Mochón Morcillo, Francisco y Beker, Víctor Alberto. (1993). Economía: Principios y aplicaciones. México D. F.: McGraw Hill. 

(2) A pesar de que los autores reconozcan formalmente este punto, “las discrepancias entre economistas no son mucho más profundas que en otras ciencias, aunque sí son más visibles, pues se trata de una ciencia social y los problemas debatidos preocupan al pueblo en general, mientras que en otras ciencias quedan reducidos a la comunidad científica.” (p. 8).

No hay comentarios: