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viernes, 23 de diciembre de 2011

HISTORIA DEL MOVIMIENTO SOCIALISTA (23): CONSTANTIN PECQUEUR (1801-1887)

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Aclaración previa. Todas las citas provienen, salvo indicación en contrario, de: Cole, G. H. D. (1980). Historia del pensamiento socialista. I: Los precursores, 1789-1850. México D. F.: Fondo de Cultura Económica. La traducción es de Rubén Landa. En números romanos indico el número de volumen, y en arábigos la página.

37. Constantin PECQUEUR (1801-1887) (1)

Fue uno de los primeros teóricos socialistas en formular un programa colectivista. Estuvo influido por los sansimonianos y por la filosofía social de bases cristianas. Conocedor de la economía clásica, “Pecqueur se daba cuenta también de que la Revolución Industrial significaba un rápido desarrollo de las empresas en gran escala, lo que suponía el uso de máquinas costosas, y que los obreros no estaban en situación de adquirirlas mediante métodos voluntarios de ayuda propia. Por esto pensó en el Estado, para que se encargase de toda la producción, siendo el dueño y gerente de la industria, de tal modo que sus obreros se convertirían en empleados del Estado.” (I: 182). [La primera parte de esta cita es indiscutible y constituye un argumento muy fuerte contra las tentativas de instaurar un socialismo de base artesanal o de desarrollar un sistema de cooperativas de producción sobre la base de las contribuciones de los trabajadores. El socialismo es imposible sin la ciencia y la tecnología modernas (una verdad de Perogrullo), y éstas sólo pueden ser apropiadas materialmente por los obreros mediante la Revolución. Pecqueur, sin querer, pone el eje en el problema político de la conquista del Estado. El Estado actual aparece como capitalista colectivo, esto es, representa los intereses generales de la clase capitalista (que, para estar bien representados, deben incluir a las clases subalternas – es decir, domesticarlas, incluirlas dentro de la lógica del modo de producción capitalista -). Sólo puede aceptar asumir el control de la producción a favor de los trabajadores si, previamente, la clase obrera ha desplazado a la burguesía. En otras palabras, se requiere la revolución. Ahora bien, la clase obrera puede construir el socialismo si se organiza autónomamente, si toma efectivamente en sus manos la dirección del proceso productivo. Desde el punto de vista de la construcción del socialismo, el Estado juega el papel de condición negativa. Hay que conquistarlo para poder quebrar la dominación de los capitalistas, pero no puede desempeñar el rol de palanca, de director de la producción, sin poner en entredicho el socialismo. El rol positivo tiene que ser jugado por los trabajadores. Volviendo a Pecqueur, no debe olvidarse que el sansimonismo fue expresión de la clase empresarial en ascenso.]

“Describe la sociedad burguesa contemporánea y su evolución relacionándola con el proceso de avance tecnológico; hace resaltar el factor de la acumulación de capital y su administración en relación con el crecimiento del proletariado moderno; y mostró como este desarrollo ha originado una nueva estructura de clases, lo cual va acompañado de conciencia de clase y del fenómeno de la lucha entre la burguesía y el proletariado.” (I: 183). [La estructura de clases se funda en el proceso productivo. La lucha de clases se sustenta allí. Este es el hecho político fundamental.]

La matriz cristiana del pensamiento de Pecqueur se manifiesta en su concepción de los medios para instaurar la nueva organización social; rechaza la lucha de clases y prefiere recurrir a la ética, basada en la justicia y en los principios cristianos.” (I: 183). [En la sociedad capitalista, los trabajadores luchan por sus intereses, no por principios. Pensar que en una sociedad centrada en la producción mercantil las masas pueden adoptar pautas de conducta “virginales” es una utopía de la peor especie.]

“Pecqueur se apartó de la escuela sansimoniana, sobre todo a causa de su creencia en la democracia. Rechazó la idea sansimoniana de una sociedad industrial administrada y dirigida por ingenieros, e insistía en que los técnicos debían manejar los instrumentos de producción bajo un control democrático.” (I: 184).

Respecto a la teoría del valor-trabajo: consideró que era aplicable a los intercambios económicos de una sociedad socialista, pero no para la sociedad c).apitalista. (I: 184)

En 1848 Louis Blanc (1811-1882) lo llamó a colaborar en los trabajos de la Comisión del Luxemburgo. Junto a su seguidor Francois Vidal (1814-1872), participó en la redacción de los informes. (I: 182). Luego de la derrota de la Revolución de 1848 su influencia decayó rápidamente; se mantuvo apartado tanto de los marxistas como de los proudhonistas. (I: 184-185).

Buenos Aires, viernes 23 de diciembre de 2011

NOTAS:

(1) Sus obras principales: Economie sociale (1839); Traité des améliorationes matérielles (1839); Théorie nouvelle d’économie sociale et politique (1842); De la Paix, de son principle et de sa realisation (1842). (I: 328).

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