Como apuntamos, Cole afirma que se trata de una historia del pensamiento socialista. En otras palabras, nuestro autor se ciñe (aunque no siempre) a realizar una historia de las ideas socialistas, dejando en un lugar secundario a la práctica socialista propiamente dicha. Está claro que la elaboración de una teoría social alternativa a la de las clases dominantes es uno de los logros más importantes de la historia humana, pero “de lo que se trata es de transformar el mundo”, como diría el viejo Karl Marx (1818-1883). Es por ello que deseo aclarar que al comentar esta obra, mi interés pasa por el estudio de las formas organizativas desarrolladas por el socialismo y por el movimiento obrero. Esto es, cómo constituir una organización política autónoma de los trabajadores en las condiciones del capitalismo.
En la década de 1830 el significado de la palabra “socialismo” se fue ampliando, hasta el punto que servía para designar “a quienes defendían algunos de los muchos «sistemas sociales» que luchaban entre sí y que coincidían en la hostilidad contra el orden social individualista que prevalecía en lo económico, y contra el predominio concedido a la cuestiones políticas sobre las sociales y económicas en las opiniones y actitudes contemporáneas acerca de las relaciones económicas y de la ordenación justa de los asuntos públicos.” (I: 10).
Los grupos que recibieron la denominación de “socialistas” fueron los sansimonianos y los fourieristas[6] en Francia, y los owenistas[7] en Gran Bretaña: “Los tres eran enemigos del individualismo, del sistema económico de la competencia y de la idea de que una ley económica natural por sí misma produciría el bien general, sólo con que los políticos se abstuvieran de seguir regulando los problemas económicos a la vez que reforzaban los derechos de propiedad. Los tres defendían, en contra del laissez-faire, la opinión de que los asuntos económicos y sociales necesitaban una organización colectiva de carácter positivo para fomentar el bienestar, y que esta organización habría de basarse, en cierto modo, en un principio de cooperación y no de competencia.” (I: 12).
Para estos primeros socialistas, la crítica del individualismo y la defensa de la necesidad de un nuevo ordenamiento de los asuntos económicos iban de la mano de un énfasis en la importancia de la educación: “Así, pues, socialismo, tal como la palabra se empleó primero, significaba ordenación colectiva de los asuntos humanos sobre una base de cooperación, con la felicidad y el bienestar de todos como fin, y haciendo resaltar no la «política», sino la producción y la distribución de las riquezas y la intensificación de los influjos «socializantes» en la educación de los ciudadanos a lo largo de toda su vida mediante formas cooperativas de conducta, en contra de los de la competencia, y mediante actitudes y creencias sociales. De aquí se sigue que todos los «socialistas» estaban profundamente interesados en la educación, y consideraban una buena educación social como un fundamento de los «derechos del hombre».” (I: 12).
En estas primeras concepciones del socialismo no tenían cabida ni el proletariado ni la lucha de clases entre éste y la clase capitalista. “El socialismo, en sus primeros tiempos, y tal como entonces se entendía esta palabra, desde luego no fue una doctrina de lucha de clases entre el capital y el trabajo.” (I: 14)
NOTAS:
[1] Cole, G. H. D. (1980). Historia del pensamiento socialista: I. Los precursores, 1789-1850. México D. F: Fondo de Cultura Económica. La traducción es de Rubén Landa.
[2] La 1º edición inglesa se publicó en 1953.
[3] Siempre que no se indique lo contrario, todas las citas son de la edición mencionada en la nota 1. En números romanos indico el número de volumen, y en arábigos la página.
[4] Cole no aclara cuál es ese primer significado de los términos socialismo y socialista.
[5] Es decir, la doctrina de los seguidores de Saint-Simon (1760-1825).
[6] Se refiere a los partidarios de las ideas de Charles Fourier (1772-1837).
[7] Los owenistas eran los seguidores de Robert Owen (1771-1858) adoptaron oficialmente el nombre de socialistas en 1841.
2 comentarios:
Buenísimo, gracias.
Gracias por comentar, saludos
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