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sábado, 3 de abril de 2021

EL PROCESO DE INDEPENDENCIA DE AMÉRICA LATINA SEGÚN L. ZANATTA


 

El capítulo 2 de la obra Historia de América Latina: De la Colonia al siglo XXI, del historiador italiano Loris Zanatta (n. 1943), se titula “La independencia de América Latina” y abarca las páginas 35-51 del libro.

Zanatta, especialista en América Latina y en el peronismo, se desempeña como profesor de Historia de América Latina en la Universidad de Bologna (Italia).

Para la redacción de la ficha utilicé la siguiente edición:  Buenos Aires, Argentina: Siglo XXI. 288 p. (Biblioteca Básica de Historia). Traducción de Alfredo Grieco y Bavio y Guillermo David. Todas las citas textuales pertenecen a esta edición. Por último, mis comentarios personales van entre corchetes.


Invasión napoleónica y vacío de poder en España

La invasión napoleónica a Portugal (1807) y España (1808) marcó el inicio del derrumbe de los imperios ibéricos en América Latina. Sin embargo, los casos de Portugal y España son distintos. La corte lusitana, encabezada por la reina María I (1734-1816; reina de Portugal entre 1777 y 1816) y el príncipe regente y monarca de hecho, Juan VI (1767-1826; rey de Portugal de facto desde 1792 y de hecho desde 1816 hasta 1826), logró evitar ser capturada por las tropas francesas y se trasladó a Brasil. De ese modo se crearon las condiciones para una independencia indolora.

Las cosas se dieron de manera completamente diferente en el caso español. Napoleón Bonaparte (1769-1821) hizo encarcelar al rey Carlos IV (1748-1814; rey de España en 1788-1808) y a su hijo y sucesor Fernando VII (1784-1833; rey de España entre marzo y mayo de 1808, y de 1814 a 1833). El emperador francés impuso en el trono español a su hermano José I Bonaparte (1768-1844; rey de España entre 1808 y 1813). Se produjo así un vacío de poder, porque la mayoría de la población española rechazó al rey impuesto por Napoleón; se desarrolló la Guerra de Independencia Española (1808-1814).

Los sucesos de España hicieron que las colonias americanas se vieran obligadas a discutir los fundamentos del orden y de la soberanía política: ¿estaban atadas a la suerte de la monarquía española y debían someterse a quien ocupara el trono? Si esto era así y puesto que no había rey legítimo: ¿las colonias podían gobernarse a sí mismas?

En España la respuesta al vacío de poder fue la conformación de juntas de gobierno en diferentes ciudades y regiones. En Cádiz se constituyó una junta que reivindicó el poder en nombre de Fernando VII y reclamó obediencia a los súbditos americanos. Éstos se preguntaron: ¿quién gobernaba el reino y sobre qué derechos? ¿Acaso todas las ciudades y reinos, en España y América, volvían a ser libres?

La independencia de las colonias americanas obedeció a la conjunción de múltiples causas. Algunas de ellas eran estructurales (remotas): las Reformas Borbónicas y las reacciones a ellas; la consolidación de usos, intereses, vínculos e identidades de largo alcance en las colonias. Otras fueron de carácter coyuntural: la mencionada invasión francesa a la península ibérica. En este punto, el profesor Zanatta señala que,

“Lo que importa es establecer un método e indicar que, para el estudio de un problema histórico complejo, se requiere la conciencia de que sus casusas también fueron múltiples y complejas.” (p. 38)

Período autonomista, 1810-1814 [3]

Entre 1810 y 1814 se desarrolló el período autonomista en el proceso de independencia americana.

La primera reacción concreta de los colonos frente al mentado vacío de poder fue la constitución de juntas, esto es, órganos políticos encargados del ejercicio de la autoridad). [1] Estas juntas, al igual que sus homólogas españolas, declararon que asumían el poder en nombre del cautivo Fernando VII; ninguna de ellas expresó la voluntad de proclamar la independencia.

Pero las juntas mostraron la decisión de las elites criollas de reformular el pacto colonial, desarmando los restos de la experiencia centralizadora emprendida por los Borbones a mediados del siglo XVIII. Las elites revocaron el monopolio comercial español y liberaron el comercio con los ingleses.

¿Qué sucedía mientras tanto en España?

El vacío de poder fue resuelto por el Consejo de Regencia, instalado en Cádiz. Éste convocó a elección de Cortes, una asamblea de representantes encargada de redactar una Constitución. [2] En concreto, la Junta de Cádiz promulgó a comienzos de 1810 el decreto de convocatoria a elecciones para las Cortes. Toda provincia americana podía enviar un diputado como representante a las Cortes; en las elecciones podían participar indios y mestizos. Una vez reunidas, las Cortes contaron con la participación de 300 diputados (de ellos, 64 eran representantes de las colonias americanas). [4] El producto de las Cortes fue la Constitución de 1812, liberal y centralista a la vez.

La Constitución no conformó a las elites criollas; más bien, profundizó el descontento con la metrópoli, pues no se concedía la autonomía exigida por los americanos. De este modo, la caída del imperio español en América fue consecuencia de la conjunción de dos corrientes: a) los defensores de la vieja sociedad corporativa, que se oponían a los liberales españoles; b) los defensores de las ideas liberales, que exigían plena autonomía para las colonias.

Guerra de independencia, 1814-1824

1814 Fernando VII recuperó el trono y anuló la Constitución de 1812. Se produjo así la Restauración del absolutismo; los liberales pasaron a ser perseguidos. El monarca envió tropas a las colonias (sobre todo a Venezuela) para restablecer la dominación española. Aquí comenzó la guerra de independencia americana propiamente dicha, que se prolongó hasta 1824.

Por su parte, Brasil logró la independencia en 1822, cuando Pedro I (1798-1834; emperador de Brasil entre 1822 y 1834) instituyó una monarquía constitucional independiente en el territorio brasileño, haciéndose eco del rechazo de las élites criollas a las pretensiones portuguesas de imponer nuevamente el centralismo. No hubo movilización popular y Brasil conservó su integridad territorial sin dificultades.

[Zanatta hace un tratamiento superficial del proceso de independencia de América Latina, que resulta llamativo aún en una obra que pretende ser un compendio.]

 

Villa del Parque, 3 de abril de 2021


NOTAS:

[1] En este sentido, su reacción no difirió de la de diversas regiones, ciudades y pueblos españoles, que constituyeron juntas como respuesta al encarcelamiento del rey Fernando VII.

[2] El pensamiento liberal concebía a la constitución como la llave maestra para transformar las instituciones políticas y sociales de un país, creando un nuevo orden basado en los principios del liberalismo.

[3] Zanatta valora la importancia de este período afirmando que los criollos por primera vez asumieron el poder en primera persona.

[4] Ni Buenos Aires ni Venezuela enviaron representantes a las Cortes. Cabe agregar que Zanatta omite que los representantes americanos que tomaron parte de las Cortes fueron elegidos por los residentes americanos en Cádiz (salvo el caso del representante de Puerto Rico).


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