lunes, 16 de septiembre de 2013

APUNTES DE ESTADÍSTICA: INTRODUCCIÓN




En un mundo donde los números son omnipotentes, puesto que “determinan” desde el éxito de un gerente financiero en una empresa hasta el cálculo del trabajador para llegar a fin de mes, desde el ascenso al estrellato de un rockstar hasta la valoración de la “imagen” de un político, resulta razonable que la Estadística esté envuelto de un halo de prestigio, de un aura casi mágica.

El primer propósito de estos apuntes es mostrar cómo cuáles son los alcances y los límites de la Estadística. Luego, presentaré las dos grandes divisiones de la disciplina, la Estadística Descriptiva y la Estadística Inferencial

Para redactar estos apuntes empleo el siguiente texto: Blalock, Hubert M. (1998). Estadística Social. México D. F.: Fondo de Cultura Económica. Salvo indicación en contrario, todas las citas corresponden a esta edición.

1. Virtudes y limitaciones de la Estadística.

Frente a las creencias de sentido común sobre la Estadística (mencionadas en el primer párrafo de estos apuntes), Blalock afirma la necesidad de establecer claramente qué puede y que no puede hacer la Estadística. Para ello, elige comenzar indicando aquello que la disciplina en cuestión no es. 

“En primer lugar, la estadística no es en modo alguno un método con el que uno pueda probar casi todo aquello que desea probar. (…) los estadígrafos ponen especial empeño en establecer las reglas de juego de tal manera que las interpretaciones no vayan más allá de los límites de los datos. Sin embargo, no hay nada en los métodos estadísticos en sí mismos que sea capaz de evitar que el individuo superficial o intelectualmente poco escrupuloso saque sus propias conclusiones, a pesar de los datos”. (p. 15).

La utilización de los números para justificar cualquier cosa transfiere a la Estadística un enorme prestigio, pues hasta el más profano de los profanos sabe que esta ciencia trabaja con números. Pero tanta ubicuidad engendra la tentación de emplear datos estadísticos para validar las interpretaciones más disímiles sobre la realidad. 

Ahora bien, poner en guardia contra el uso indiscriminado de la Estadística, remarcando su carácter científico, no implica sostener la afirmación contraria de que esta puede reemplazar a la reflexión sobre los problemas de investigación. (1). Para algunos desprevenidos, la Estadística sirve para evitar la fastidiosa tarea de pensar. En este sentido, Blalock dice:

“La estadística no es sencillamente una colección de hechos. Si lo fuera, no valdría mucho la pena estudiarla. Ni constituye tampoco un sustitutivo del pensamiento abstracto teórico o del examen minucioso de los casos excepcionales. (…) Ahora (…) admítese claramente que los métodos estadísticos no se «oponen» en modo alguno al análisis cualitativo de los casos particulares, sino que ambos métodos se complementan. Y ni siquiera es exacto que la estadístico sólo sea aplicable en presencia de un gran número de casos, o que no pueda emplearse en los estudios de exploración. Finalmente, la estadística no es tampoco un sustituto de la medida, o de la preparación cuidadosa de una célula de investigación o de otros instrumentos para la recolección de datos.” (p. 15-16).

Ahora bien, la relativa facilitad con que puede determinarse aquello que la Estadística no es, se diluye al momento de emprender la tarea más importante, es decir, la de construir una definición adecuada de la disciplina. Blalock opta por armar una definición a partir de las funciones que cumple la Estadística. No se trata, por cierto, de afirmar el carácter de disciplina “auxiliar” de la Estadística, cosa fácil, sino de sostener que dicha ciencia se ocupa: 1) de describir una población o un aspecto de la realidad; 2) de formular generalizaciones por inducción a partir de una muestra tomada de una determinada población. “Nada de aquello que no cumple dichas dos funciones forma parte de ella”. (p. 16).

2. Los campos de la Estadística: Estadística Descriptiva y Estadística Inferencial.

Ya es un lugar común afirmar que las sociedades modernas son sociedades de masas. Esto implica trabajar con grandes números toda vez que se emprende la tarea de describir algún aspecto de dichas sociedades. Pero el trabajo con muchas cantidades conlleva dificultades; la intuición ya no sirve y el investigador se pierde entre la maraña de números. Así, por ejemplo, una encuesta de más de 50 cuestionarios (cada uno de los cuales, a su vez, incluye por lo menos una docena de preguntas con sus correspondientes respuestas) se vuelve inmanejable si se pretende analizarla “a ojo”. 

¿Qué hacer? 

Es preciso contar con herramientas que permitan resumir los datos, concentrándose en las cuestiones que el investigador considera relevantes. De este modo, las grandes cantidades quedan reducidas a unas pocas magnitudes, que pueden ser analizadas por el investigador. Estas son las cuestiones de las que se ocupa la Estadística Descriptiva, cuya función primordial es contribuir a presentar resúmenes correctos de los datos obtenidos por los investigadores. Para cumplir su función, recurre a medidas de cálculo tales como porcentajes, promedios, desviaciones estándar y coeficientes de correlación (todas estas serán explicadas en apuntes posteriores).

La reducción llevada a cabo por la Estadística Descriptiva conlleva dificultades, pues se corre el riesgo de dejar afuera cuestiones importantes. Hay que tener presente que toda síntesis es arbitraria, en el sentido de que responde a necesidades puestas por el investigador y no a una estructura que aparece naturalmente en la realidad.

Pero la Estadística también debe resolver el problema planteada por poblaciones cada vez más grandes. Si bien estas poblaciones pueden ser descriptas recurriendo a un censo (básicamente un cuestionario aplicado a todos los integrantes de una población), realizar este tipo de estudio resulta costoso y no puede llevarse a cabo a cada rato. Así, por ejemplo, los censos nacionales de población y vivienda se toman en Argentina cada 10 años. 

¿Cómo hacer entonces para estudiar a una población numerosa sin tener que efectuar un censo?

La Estadística Inductiva es la respuesta al problema. Consiste en inferir las propiedades de una población a partir de una muestra (una pequeña porción de dicha población). Realizar esta inferencia inductiva (2) no es tarea sencilla, pues hay que resolver una serie de cuestiones, entre las cuales la principal es el muestreo (los procedimientos para lograr una muestra que sea representativo de la población estudiada).

Villa del Parque, lunes 16 de septiembre de 2013

NOTAS:

(1) La inducción es un tipo de razonamiento, en el que se pasa de premisas singulares a una conclusión de carácter universal. Un poco más preciso: “Un razonamiento inductivo no pretende que sus premisas ofrezcan fundamentos concluyentes para la verdad de su conclusión, sino solamente que ofrezcan algún fundamento para ella.” (p. 25). Cita tomada de: Copi, Irving M. (2010). Introducción a la lógica. Buenos Aires: Eudeba. 


(2) Blalock es muy lúcido al respecto: “La estadística misma no comprende problemas de medición, tales como la elaboración de índices o la puntuación de las preguntas de un cuestionario. Comprende, antes bien, una manipulación de cifras, partiendo del supuesto de que se han cumplido determinados requisitos en el proceso de medición. De hecho, las consideraciones estadísticas sólo se introducen en la fase de análisis del proceso de investigación una vez que se han reunido todos los datos, al principio de la misma, cuando se proyectan los planes iniciales del análisis  y cuando se ha de extraer una muestra.” (p. 19).

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