Bienvenidas
y bienvenidos a la tercera clase del curso.
A
partir de hoy inauguraremos, por decirlo así, una nueva sección de la clase.
Antes de comenzar con el desarrollo de los temas del día, dedicaremos un
espacio a responder dudas y cuestiones varias, ya sean de la clase anterior o
de la lectura de los textos de la bibliografía obligatoria.
Tengan
presente que dar clase puede convertirse, muchas veces, en el equivalente a la
experiencia de volar a ciegas, en la que el profesor confía en su experiencia,
sin tomar en cuenta si los estudiantes comprenden realmente los temas de la
clase. Como suele suceder, quien vuela a ciegas termina estrellado. Para evitar
ese resultado resulta imprescindible que pregunten todo lo que no se comprenda,
todo lo que les parezca mal explicado, ya sea en los textos o en las clases. Como
dicen los vendedores ambulantes, “su consulta no molesta”. Los docentes muchas
veces damos malos clases, pero pensamos que no es así por pura
autocomplacencia. De ahí que necesitamos como el aire las opiniones y críticas
de los estudiantes.
Dicho
esto, ¡a trabajar!
Una
estudiante pregunta por el sentido de un pasaje que se encuentra en el texto
sobre el Círculo de Viena. El pasaje en cuestión dice lo siguiente:
“Debido
a que el significado de todo enunciado científico debe ser establecido por la
reducción a un enunciado sobre lo dado, de igual modo, el significado de todo
concepto, sin importar a qué rama de la ciencia pertenezca, debe ser
determinado por una reducción paso a paso a otros conceptos, hasta llegar a los
conceptos de nivel más bajo que se refieren a lo dado. Si tal análisis fuera
llevado a cabo para todos los conceptos, serían de este modo ordenados en un
sistema de reducción, un «sistema de constitución».” (p. 115). [1]
Para comprender el significado del
texto tenemos que hacer un rodeo.
El Círculo de Viena (o empirismo lógico) es una variante del viejo empirismo, corriente que surgió en el
siglo XVI en paralelo a la Revolución
Científica. Los empiristas de esa época pensaban que lo empírico (aquello a
lo que podía accederse por medio de los sentidos) era la fuente del
conocimiento verdadero. Así, por ejemplo, si queríamos conocer la estructura
del sistema solar teníamos que realizar observaciones por medio del telescopio
(que podía considerarse una extensión del sentido de la vista). Posteriormente,
la acumulación de observaciones sobre los planetas, el Sol, la Luna y las
estrellas, realizada durante un extenso período de tiempo, nos permitirá
formular leyes sobre el movimiento de los astros y la estructura de nuestro
sistema solar. El conocimiento astronómico proviene, pues, de la observación
empírica.
El empirismo se convirtió en una
corriente muy influyente en el campo de la filosofía del conocimiento. En el
siglo XIX el positivismo, la
filosofía de la época, tomó del empirismo lo fundamental de su teoría. En el
siglo XX los empiristas lógicos (el Círculo de Viena) retomaron la idea
empirista de que el conocimiento verdadero es el conocimiento empírico, el
saber que se obtiene por medio de los sentidos. El Círculo de Viena expresó
esta idea afirmando que un enunciado
[2] tenía sentido si podía ser verificado empíricamente. Más claro, si los términos [3] que la componían podían
ser referidos, en última instancia, a algo que existía en el mundo empírico.
Por ejemplo, para los empiristas lógicos el enunciado "Dios es amor"
carece de sentido porque no puede ser verificada empíricamente. En cambio, el
enunciado "La ley de gravedad rige el movimiento de todos los cuerpos en
el universo" puede ser reducida a enunciados verificables empíricamente.
Ya podemos pasar a examinar el
significado del pasaje mencionado. El párrafo se refiere a que los conceptos
tienen sentido si pueden ser reducidos a otros conceptos que tienen un
referente empírico, es decir, a palabras que nombran algo existente en la
realidad. En otras palabras, la ciencia se compone de conceptos que, por tener
referente empírico, pueden ser verificados en la realidad. En este punto
tenemos que dejar la cuestión, pues ir más allá nos llevaría mucho más lejos de
lo requerido en un curso de Metodología de la Investigación.
En la
clase de hoy trataremos dos cuestiones. En primer lugar, el problema de
investigación, su construcción y las dificultades implicadas en ella. En
segundo lugar, presentaremos las dos principales corrientes metodológicas: la
línea cuantitativa y la línea cualitativa. En términos del programa continuaremos
hoy los temas de la unidad 1 y comenzaremos con la unidad 2.
Toda
investigación empieza con un problema. Éste es la base de todo lo demás. En
términos muy esquemático es correcto decir que formular de modo adecuado el
problema de investigación equivale a tener completa la mitad de la
investigación. Es por eso que estamos obligados a darle especial importancia en
esta cursada.
Ante
todo es necesario refutar una creencia generalizada, que sostiene que los
problemas están dados y que sólo se trata de desarrollar una respuesta para
cada uno de ellos, siguiendo un protocolo existente de antemano. Nada de ello.
Tener un problema de investigación supone un arduo trabajo de elaboración.
El
estudiante que encara por primera vez la tarea de investigar aprende
rápidamente lo difícil que es formular el problema, a punto tal que termina por
dejar en suspenso la cuestión, frustrado por las dificultades que aparecen a
cada paso. Eso ocurre con frecuencia en las tesis de licenciatura (nuestro TFPP).
[4] Las dificultades se agravan porque nada de su experiencia anterior lo
prepara para la investigación (ya hemos dicho algo al respecto en la primera
clase del curso). El estudiante se enfrenta a un mundo nuevo sin tener
experiencia previa.
Las
cosas empiezan a despejarse si partimos de la base de que el problema tiene que
ser construido. El punto de partida es la existencia de una situación
problemática, a la que debemos darle respuesta mediante la investigación.
Veamos
un ejemplo.
Es
sabido que el turismo experimentó una gran transformación luego de la
finalización de la Segunda Guerra Mundial (1945). Supongamos que un estudiante
propone como tema de su tesis de licenciatura lo siguiente: “El turismo y sus
transformaciones después de la Segunda Guerra Mundial”.
El
título suena impresionante. Pero estamos lejos de tener un problema de
investigación. Ahora bien, para explicar por qué no es un problema de
investigación es necesario ser sistemáticos, y en ese camino iremos armando el
rompecabezas de la investigación.
Comencemos
por una cuestión terminológica, que hace a nuestra forma de concebir la
investigación, la distinción entre ‘tema’
y ‘problema’.
Cuando
el estudiante que enfrenta el trabajo de hacer una tesis tiene que proponer un
problema de investigación, lo que hace habitualmente es presentar un ‘área temática’, como ser, por ejemplo,
“turismo accesible”, y no un ‘problema’.
¿Por
qué decimos que se trata de un ‘área temática’?
Porque
abarca múltiples cuestiones, que no pueden abordarse en una única
investigación.
Veamos
otro ejemplo. Si retomamos el tema “El turismo y sus transformaciones después
de la Segunda Guerra Mundial”, rápidamente observamos que incluye una enorme
cantidad de temas, que van desde lo económico y lo político hasta el turismo
propiamente dicho.
Paso
a explicarme mejor.
Los
cambios en el turismo post Segunda Guerra Mundial se comprenden en el marco de
las transformaciones en la economía capitalista, centrados en la expansión del
modelo fordista de producción y en el consumo de masas. No hace falta decir que
la explicación de esas transformaciones excede largamente el tema de la tesis.
Pero aunque nuestro estudiante encarase esa tarea, se encontraría obligado a
resolver otro tema conexo: la conformación del Estado de Bienestar y la
consiguiente implementación de una serie de mejoras en las condiciones de vida
de la clase trabajadora (por ejemplo, las vacaciones pagas). En paralelo,
tendría que desarrollar los nuevos hábitos de consumo de las clases medias, que
pasaron a incluir los viajes turísticos como parte de la rutina anual. Y no
podría dejar de lado las políticas públicas que promovieron el desarrollo del
turismo. Y todo esto aun sin haber abordado la cuestión del turismo propiamente
dicho.
Podemos
concluir aquí la enumeración, pues ya está claro lo que queríamos decir. Hagamos
una síntesis antes de seguir adelante. El título “El turismo y sus
transformaciones después de la Segunda Guerra Mundial” se refiere a un ‘área
temática’, es decir, a un conjunto de temas, cada uno de los cuales puede
abarcar varios subtemas menores.
Este
carácter de ‘área temática’ (insisto, un vasto conjunto de temas) hace que no
sirva como tema para una tesis de licenciatura. ¿Por qué? Porque el estudiante
no puede profundizar en todos esos temas. Se trata de una investigación
inviable para los fines de la tesis (el primero de ellos es graduarse en un
tiempo razonable).
Encarar
la tarea de hacer una tesis implica, en primer lugar, transformar un área
temática en un problema de investigación.
Pero,
¿qué significa esto?
Hacer
investigación (y esto ya lo dijimos) es darle respuesta a una situación
problemática. Esta situación debe estar planteada de manera precisa, pues de
ese modo tendremos en claro el tipo de información que estamos buscando. Ahora
bien, proponer como tema de investigación un área temática implica dispersar
nuestra búsqueda de información entre un gran número de temas. Esto nos lleva a
revisar una masa de bibliografía tan grande que resulta imposible hacerlo en el
marco de la tesis. Para evitar ese inconveniente es preciso elegir uno de los
temas de esa temática y profundizar en él, mediante la lectura de bibliografía
especializada, consultas a docentes, expertos, etc.
En otras palabras,
al pasar del área temática a nuestro tema de tesis de licenciatura estamos
construyendo el problema de investigación.
¿Por
qué distinguimos entre tema y problema?
Un
tema es un área todavía muy amplia, que incluye una variedad de subtemas
posibles. Un problema, en cambio, es el planteo de una cuestión problemática, algo
que no puede ser explicado ni por el saber cotidiano ni por el conocimiento
científico existente hasta ese momento. Ese problema será resuelto en el
transcurso (y por medio) de la investigación. [5] Esto se ve mejor con un
ejemplo.
Si
nuestro tema de investigación es “Las políticas públicas del Estado argentino
para el turismo”, un posible problema de investigación es: ¿Qué políticas
públicas se adoptaron para promover el turismo en la costa atlántica bonaerense
en el período comprendido entre 1983 y 1989?
Mientras
que en el ‘tema’ tenemos múltiples cuestiones a trabajar, en el ‘problema’ ya
tenemos claro desde el principio el tipo de información que debemos buscar. No
sólo eso. También tenemos una indicación precisa del alcance geográfico y
temporal de nuestra investigación. En el ejemplo que acabamos de mencionar, los
datos a recabar sobre las políticas públicas están circunscriptos al período
1983-1989. Si incluyéramos información sobre las políticas públicas del período
2003-2015 estaríamos fuera del límite que nos hemos fijado de antemano al
plantear el problema de investigación. [6]
Dicho
de manera esquemática, estamos en condiciones de comenzar la investigación
propiamente dicha cuando tenemos un problema de investigación.
Pero
el pasaje de un ‘área temática’ a un ‘tema’ y, luego, a un ‘problema de
investigación’, supone una serie de tareas previas.
Todos
los estudiantes tienen un área temática de preferencia. Este tiene que ser el
punto de partida, pues siempre es conveniente investigar algo que nos resulta
interesante y/o agradable.
Una
vez establecido el punto de partida tenemos que identificar los diversos temas
contenidos en él. Hay que saber cuáles son los caminos posibles (los distintos
temas) para poder elegir el que más nos conviene.
¿Cómo
se hace esto en la práctica? O, mejor dicho, ¿cómo lo hace el estudiante de
Turismo que debe realizar su TFPP?
Existen,
por supuesto, muchas maneras de hacerlo. Estoy tentado a decir: hay tantas
formas de construir el problema de investigación para el TFPP como estudiantes
de la Licenciatura en Turismo. Y algo de razón habría en esta afirmación. Pero
seamos prácticos.
La
manera más eficaz de seleccionar un área temática consiste en elegirla de las
materias cursadas durante la carrera de Turismo. Si, por ejemplo, me interesó
la historia del turismo, lo mejor es revisar los apuntes de la o las materias
en las que se abordó dicha área temática. También, si es posible, podemos
conversar con los docentes de dichas asignaturas. De este modo tendremos un
panorama amplio de los diversos temas incluidos en nuestra área temática.
En
este punto estamos en condiciones de elegir uno de esos temas. Por supuesto,
también en esta elección lo mejor es optar por aquel tema que nos resulta más
interesante.
Una
vez elegido el tema corresponde emprender la revisión de la bibliografía
disponible sobre él. ¿Cómo se hace? En primer lugar, volviendo sobre los textos
vistos en las materias de la licenciatura.
Esta primera revisión bibliográfica tiene
una importancia fundamental en el curso de la investigación. A partir de ella
estamos en condiciones de formular nuestro problema de investigación en forma
de pregunta. Pero no sólo eso. También tomamos conciencia de la disponibilidad
de información, del estado del arte [7]
y de las herramientas conceptuales para abordarlo.
La
primera revisión bibliográfica (como la siguiente, la que se hace para la
elaboración del marco teórico) tiene que ceñirse a las posibilidades del
investigador, mejor dicho, a los recursos disponibles. No es lo mismo contar
con un presupuesto considerable, un equipo de investigadores experimentados y amplio
acceso a bibliotecas y centros de documentación, que ser un estudiante que
tiene que llevar a cabo su tesis de licenciatura. El acceso a la información es
un punto crucial al momento de ajustar nuestro problema de investigación, de
fijar los límites del mismo. Lo recomendable es no ir más allá de nuestras
posibilidades, ceñirse a lo posible.
El
estudiante tiene que realizar la primera búsqueda bibliográfica contando con
los reservorios de material bibliográfico a los que tiene acceso. En tiempos
normales, estos reservorios son dos: 1) la biblioteca de la Escuela de Economía
y Negocios; 2) Internet. En este momento, por las razones conocidas, estamos
limitados a emplear únicamente Internet. En la próxima clase haremos un tratamiento
exhaustivo de esta búsqueda. Por el momento basta con indicar que todos los textos
consultados en el marco de esta revisión bibliográfica y, en general, todos los
textos utilizados efectivamente en la investigación, tienen que ser
incorporados a la bibliografía del
trabajo, es decir, a una sección especial en la que se consignan los datos más
importantes de los materiales empleados. Para armar la bibliografía
utilizaremos el formato APA. [8]
La
revisión bibliográfica posee otra utilidad a los fines de la investigación. Nos
indica la disponibilidad de material (textos, ya sea en formato papel o
electrónico, expertos para entrevistas, etc.), es decir, material accesible
para consultas. Un ejemplo burdo: si planeo realizar una tesis sobre las
políticas turísticas de la República Popular China y el materia que necesito
está en chino mandarín, y yo no leo chino mandarín, está claro que debo dejar
de lado ese tema y pensar otro. La revisión bibliográfica sirve, entonces, para
redireccionar la investigación.
Hay
que repetirlo una y otra vez: hay que elegir un problema de investigación que
sea viable en términos de la disponibilidad de material.
A
partir de lo dicho es posible señalar otra utilidad de la revisión
bibliográfica: permite establecer el tipo de investigación a realizar. Aquí lo
indicaremos brevemente, pues será tema de la próxima clase. Si no hay material
disponible o este es muy escaso, estaremos frente a una investigación de tipo exploratorio. Si hay
investigaciones disponibles y la masa de datos es considerable, nos encontramos
frente a una investigación de tipo descriptivo.
Si, además de contar con abundante información, nos proponemos explicar el
porqué sucede ese hecho, encararemos una investigación de tipo explicativo.
Por
último, la revisión bibliográfica tiene una utilidad adicional: nos proporciona
información importante para decidir si el eje de la investigación será
cuantitativo o cualitativo. Una investigación
cuantitativa se concentra en la búsqueda y construcción de datos numéricos;
una investigación cualitativa, en
cambio, se centra en la búsqueda del sentido de las relaciones y estructuras.
Sé que esto es muy vago, pero nos sirve por el momento.
Cierro
la clase con la promesa de dedicar la próxima a explicar los temas que apenas
han sido esbozados hoy.
Villa
del Parque, miércoles 15 de abril de 2020
NOTAS:
[1] Mayo, A. (2013). Ficha de
lectura: Manifiesto del Círculo de Viena. La concepción científica del mundo
(1929). [en línea] Miseria de la Sociología, 8/05/2013. Allí se cita el texto
de Carnap, R., et al, “La concepción científica del
mundo: el Círculo de Viena”, en REDES N° 18, Buenos Aires, Universidad Nacional
de Quilmes, 2002. Rudolf Carnap (1891-1970), filósofo y lógico alemán, fue uno
de los representantes más significativos del Círculo de Viena.
[2] Un enunciado
o proposición es una oración en
lenguaje informativo que nos dice algo acerca del mundo y cuyo contenido es
verdadero o falso. Sin entrar en detalles, pues no se trata de un tema de la
materia, la verdad o falsedad de las proposiciones se averigua por
procedimientos lógicos o empíricos. El estudiante interesado en profundizar el
tema puede consultar: Copi, I. (1999). Introducción
a la lógica. Buenos Aires, Argentina: Eudeba.
[3] Un término
es la unidad más pequeña del análisis lógico (los enunciados están compuestos
por términos). Pueden tener sentido en sí mismos y se los denomina términos categoremáticos, por ejemplo: ‘casa’,
‘libertad’; o carecer de éste y servir de nexo a los otros términos, recibiendo
la denominación de términos
sincategoremáticos, por ejemplo: ‘de’, ‘y’. Ver el manual de Copi, ya
citado en la nota anterior.
[4] Abreviatura de Trabajo Final de Práctica
Profesional, una de las instancias por medio de las cuales se gradúan los estudiantes
de las carreras que se cursan en la Escuela de Economía y Negocios de la UNSAM.
[5] Más adelante veremos cómo una investigación puede
proponerse otros objetivos, además de la explicación, como ser explorar un
terreno desconocido y describir un hecho, una conducta, una institución, etc.
[6] Salvo que la información sobre el período
2003-2015 tenga fines comparativos, es decir, nos sirva para comprender mejor
los datos de 1983-1989. Ya nos tocará examinar el método comparativo.
[7] El estado del arte se refiere al conocimiento
disponible sobre el tema de nuestra investigación al momento de comenzar
nuestro trabajo. En la próxima clase trataremos esta cuestión.
[8] El formato APA es un
sistema para las citas y las referencias bibliográficas, elaborado por la
American Psychological Association (Asociación Americana de Psicología) en
1929. En la actualidad es el formato más empleado en el ámbito de las ciencias
sociales. Ver en la bibliografía obligatoria: De
Volder, C. y Garin, I. (2013). La cita
documental: Elementos y ejemplos de referencias en estilo APA. Buenos
Aires: IIGG.
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