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Aclaración previa. Todas las citas provienen, salvo indicación en contrario, de: Cole, G. H. D. (1980). Historia del pensamiento socialista. I: Los precursores, 1789-1850. México D. F.: Fondo de Cultura Económica. La traducción es de Rubén Landa. En números romanos indico el número de volumen, y en arábigos la página.
32. Auguste Blanqui (1805-1881) (1)
Socialista francés. Su biografía constituye, en sí misma, una historia del socialismo revolucionario en la Francia del siglo XIX. En 1821 se unió a los Carbonarios (sociedad secreta de carácter democrático revolucionario).Tomó parte en la Revolución de 1830, siendo herido. Trabajó luego en el GLOBE de Pierre Leroux. (I: 162).
La Revolución de 1830 instauró la dominación de la gran burguesía en Francia. Los republicanos, descontentos, formaron multitud de sociedades que reclamaban la vuelta a la tradición de la Revolución Francesa. Se produjeron levantamientos republicanos en París en 1832 y 1834 (I: 162-163). En esta década, Blanqui se fue alejando del republicanismo, adoptando una posición proletaria revolucionaria. En 1835, con Armand Barbès (1809-1870) formó una nueva sociedad republicana clandestina, la Société des Familles. Su base eran las "familles", pequeños grupos que se dedicaban a preparar la insurrección armada en París. La policía detuvo a Blanqui y a los demás conspiradores. (I: 163).
En 1837 Blanqui salió de prisión y organizó la Société des Saisons, donde los jefes de los grupos tenían los nombres de los días de la semana, de los meses y de las estaciones del año. También se incitaba a los soldados a la rebelión. En mayo de 1839 se produjo el levantamiento, forzado por la policía. Unos 600 insurrectos asaltaron las armerías y sedes de la policía, contando con la idea de provocar una insurrección masiva de la capital. El gobierno aplastó la rebelión; Barbès fue herido y apresado; Blanqui, detenido luego de algunos meses de vivir en la clandestinidad. (I: 163).
En 1848, luego de la Revolución de Febrero, recuperó su lugar como jefe republicano. Organizó la Sociedad Central Republicana, que disputaba el espacio con el Club de la Revolución (liderada por Barbès, quien se había distanciado de Blanqui luego de 1839). Se opuso al Gobierno Provisional, cuya política moderada llevaba al fracaso, pero se opuso con mayor energía aún a un levantamiento: "Aunque pudiese conquistarse París, las provincia (...) vencerían a los revolucionarios." (I: 164). [Esto sucedió tanto en 1848 como en 1871, y es una variante del "solo fúnebre" del proletariado, cuya raíz debe buscarse en la necesidad de contar con una estrategia de toma de poder que contemple la concreción de alianzas con otros sectores sociales.] "En este momento, el objetivo principal de Blanqui era evitar que el Gobierno Provisional convocase a una elección nacional inmediata, pues pensaba que daría por resultado una mayoría reaccionaria elegida por las provincias, lo cual supondría que el poder iba a pasar de manos de los obreros de París a la burguesía. [Hay que aclarar que tampoco el poder estaba en manos de los obreros de París, pero éstos estaban armados. Esto es fundamental. ¿Qué política proponía Blanqui para los campesinos? Ahí estaba la clave. La mayoría de la población de Francia eran campesinos, es decir, pequeños propietarios.] En lugar de esto, quería que el Gobierno Provisional permaneciese en el poder, y propuso que quedase sujeto a la presión constante del ala izquierda republicana para llevar la revolución más adelante. [En definitiva, proponía la dictadura. No hay que escandalizarse por el uso de este último término, pues la Revolución es el acto "antidemocrático" por naturaleza, en el sentido de que debe aplastar la resistencia de grupos de ciudadanos para imponer los cambios sociales. Pero esto tienen que ser analizado en un contexto concreto, determinado. El Gobierno Provisional era burgués, y no podía decirse que fuera una herramienta fácilmente maleable a las presiones obreras.] Blanqui nunca creyó en elecciones generales como medio para averiguar la voluntad democrática. Sostenía que un pueblo sometido durante largo tiempo al dominio de las fuerzas reaccionarias no se podía esperar que votase por la verdadera libertad, y que la política democrática no podía significar nada hasta que, mediante un largo proceso de educación, se inculcasen las ideas de la verdadera libertad. [Su planteo es mucho más realista que el de los cartistas, por más que el trabajo de movilización de las masas de éstos fuera extraordinariamente meritorio. Hay que buscar la causa del carácter inofensivo del sufragio universal en que el capitualismo funda su dominación en la coerción extraeconómica.] Se llamaba a sí mismo «comunista», pero afirmaba que el comunismo no podía establecerse sino por etapas, a medida que el pueblo se fuese preparando para él bajo el influjo de esta educación en las verdaderas ideas republicanas." (I: 164-165; los pasajes entre corchetes son de mi autoría.).
Para Blanqui, la conquista del poder debía realizarse "mediante un golpe de Estado organizado por una minoría de revolucionarios disciplinados, adiestrados en las armas y dispuestos a hacer uso de ellas (...) aspiraba a crear, no un partido de masas, sino una elite revolucionaria, relativamente pequeña, de hombres escogidos. Estos, elegido el momento adecuado, cuando el descontento llegase a su punto, podrían asumir la dirección efectiva de los trabajadores, para guiar a los sindicatos y otras organizaciones obreras por el verdadero camino revolucionario, y poco a poco, mediante una dictadura, poner los cimientos de una nueva sociedad." (I: 165). El mayor mérito de Blanqui consiste en haber puesto en el centro de la escena el problema del poder. Esto no había ocurrido en el movimiento obrero inglés desde 1825 en adelante. A partir de 1789, la experiencia francesa se había distinguido por la primacía otorgada a la conquista del Estado (la burguesía había enfatizado esta cuestión tanto en 1789 como en 1830). Está claro que la clase obrera no adquiere una conciencia de clase completa si no se plantea el problema de la toma del poder. Dejar esta cuestión de lado supone, en última instancia, aceptar la dominación de la burguesía, con las reglas que impone al juego político. Blanqui percibió con claridad (y enorme clarividencia, pues en 1848 la burguesía no disponía de tantos medios de dominación como hoy en día) que la democracia (el sufragio universal) no era el medio para la conquista del poder político. Es evidente que lo mismo ocurre con la vía del asambleísmo desaforado propuesto por muchos izquierdistas. En Blanqui está la conciencia de que sólo la organización permite enfrentar con éxito al sistema capitalista (parece seguir, en el plano político, la misma trayectoria que los sindicatos, que vieron que sólo la centralización podía permitirles afrontar con éxito a la fuerza de la patronal). Antes de juzgar con rigor su "sectarismo" y su "espíritu conspirador", hay que tener presente las cuestiones mencionadas. En todo caso, el problema con la estructura propuesta por Blanqui radica en la desconexión entre los revolucionarios y las masas obreras: ¿Por qué éstas deben apoyar el golpe de Estado si los revolucionarios son ajenos a ellas?
En mayo de 1848 los clubes revolucionarios organizaron una manifestación en favor de Polonia, para que Francia interviniese en su apoyo. En contra de Blanqui y Barbès, la petición fue presentada en la Asamblea. Los manifestantes invadieron el recinto de la Asamblea, y Blanqui y Barbès pronunciaron discursos en favor de los reclamos populares, pero llamaron a los manifestantes a dispersarse. Blanqui se retiró. Barbès cambió de opinión y condujo a los manifestantes hacia el Ayuntamiento. Allí pidió la disolución del Gobierno Provisional y la formación de uno nuevo constituido por socialistas y obreros. Las fuerzas del gobierno detuvieron con facilidad a los insurrectos. Blanqui fue encarcelado, de modo que la izquierda de la Revolución quedó descabezada y se despejó el camino para que la burguesía aplastase a los trabajadores en las Jornadas de Junio. (I: 165-166).
"Blanqui fue siempre sobre todo un jefe insurrecto y el representante de una teoría de la dictadura revolucionaria, cuya idea general la derivó sobre todo de Babeauf y de Buonarroti, pero lo hizo mucho más explícito que ellos. Su creencia fundamental estribaba en la eficacia de un pequeño partido armado y disciplinado, organizado para la revolución y destinado a establecer una dictadura que dirigiría la educación del pueblo con vistas a introducir el nuevo sistema social del comunismo. No creía en un partido de masas, punto en el cual su doctrina difiere esencialmente de la de Marx." (I: 167-168). "Lo mismo que Marx, concebía todo el problema del cambio social como una cuestión de poder de clase. Formuló la doctrina de la dictadura del proletariado en realidad con más claridad que Marx, y en muchos aspectos más que Lenin [¿En qué aspectos? Cole es muy vago aquí]; pero (...) se distingue de los dos por su hostilidad a la idea de un partido revolucionario de masas y por su confianza en un ejército revolucionario secreto como agente de este cambio." (I: 168).
En cuanto a sus ideas económicas, su concepción fundamental "es la de una deficiencia constante del poder de compra bajo el capitalismo, debido a la exacción del interés de los dueños del capital. Sostiene que esto implica que el precio de los artículos sobrepasa a lo que los trabajadores pueden pagar por ello, con la consecuencia de que los recursos de la producción no pueden emplearse de una manera completa, y de que a los capitalistas les beneficia la existencia de un sobrante de trabajadores que buscan colocación (...) Según Blanqui, el capital es «trabajo robado y retenido, es decir, separado de los ingresos de los consumidores." (I: 169). Los grandes capitalistas están eliminando a los pequeños capitales, debido a que comprendieron mejor que los pequeños capitalistas y los obreros el "principio de asociación" (sería más preciso afirmar que la gran burguesía posee conciencia de clase, y que esa conciencia deriva de la posición dominante que ocupa en el proceso productivo). "Sostenía que la asociación es impotente sin la ayuda del poder político. Por eso es por lo que están condenados a fracasar los utopistas y los mutualistas , que tratan de empezar la construcción de una nueva sociedad antes de la revolución." (I: 169).
Su epigrama era: "El comunismo [el de Cabet] y el proudhonismo están a la orilla de un río discutiendo si el campo que está del otro lado es de maíz o de trigo. Crucemos el río y veamos." (I: 170).
33. El partido blanquista.
Blanqui escapó de la prisión en 1864 y se refugió en Bélgica. Se convirtió en la cabeza de un ejército revolucionario secreto. Poco antes de estallar la guerra franco-prusiana (1870) estaba preparado para el levantamiento, que fue abortado a tiempo, permaneciendo intacta la organización. Los blanquistas participaron de la insurrección que derrocó a Napoleón III. En octubre de 1870 unió sus fuerzas a las de Flourens (1831-1871) y trató de derribar al nuevo gobierno. La rebelión fracasó. Durante la Comuna de París (marzo-mayo de 1871) estuvo en prisión. (I: 166-167). Los blanquistas se habían negado a participar en la I Internacional, dado que los sindicatos franceses habían aceptado las condiciones fijadas por Napoleón III para poder ser tolerados. En la Comuna, los blanquistas estuvieron en minoría, pero jugaron un importante papel. (I: 170).
En 1871 el blanquismo fue reorganizado en Londres como La Commune Revolutionaire, dirigida por Emile Eudes (1844-1888). Permaneció en contacto con los grupos clandestinos en Francia. La amnistía de 1880 permitió al movimiento actuar abiertamente. Pasó a ser Comité Central Revolucionario, y luego Partido Socialista Revolucionario, dirigido por Edouard Vaillant (1840-1915). En 1905 el partido blanquista ingresó en la alianza del socialismo francés llamada Partido Socialista Unificado. (I: 167).
Mataderos, viernes 16 de septiembre de 2011
NOTAS:
(1) Cole dedica el capítulo 14 del volumen 1 de su libro al examen de la vida y obra de Blanqui (I: 162-170). Hay que decir que Blanqui (su nombre completo era Louis-Auguste Blanqui) pasó 33 de sus 76 años de vida en prisión.
Dice (liderada por ___Blanqui____, quien se había distanciado de ____Blanqui____ luego de 1839).
ResponderEliminarMuchas gracias por la lectura atenta. Se trata de un error de tipeo. El Club de la Revolución estaba liderado por Barbès. Ya hice la corrección en el texto. Saludos,
ResponderEliminarPodrias decirme que bibliografia utilizaste?, estoy interesado en el tema, gracias
ResponderEliminarEn todas estas notas utilizo como texto base el libro de Cole (los datos bibliográficos se encuentran al comienzo de cada entrada de la serie). Es una obra escrita por un socialdemócrata, que se concentra en el mundo europeo y que está enfocada hacia la historia de las ideas y que deja un lugar secundario para las luchas del movimiento obrero. Si mis múltiples ocupaciones lo permiten, pienso ir agregando notas en las que la fuente sean los textos originales. Saludos,
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