lunes, 13 de junio de 2011

FETICHISMO DE LA MERCANCÍA Y TEORÍA DE LA IDEOLOGÍA (I)

La importancia del fetichismo de la mercancía radica en que constituye la base para el análisis científico de la ideología. ¿Por qué? Porque permite explicar la naturalización de las relaciones sociales (esto es, el mecanismo más significativo de la ideología), remitiendo al análisis de la forma mercantil, de la producción mercantil. La naturalización de las relaciones sociales, llevada a su perfección por la economía política, es posible (y es consecuencia) de la forma de producción e intercambio propia de la producción mercantil. Las relaciones sociales se objetivan, es decir, aparecen como relaciones entre cosas. La objetivación significa que estas relaciones se dan con independencia de la intervención humana y poseen el carácter de la inexorabilidad. Las leyes de la sociedad se asemejan a las leyes de la física. (1).

El texto fundamental para el análisis de este fenómeno es el apartado 4 del capítulo 1 del Libro Primero de El capital (Marx, 1986: 87-102). La importancia de este escrito es doble: a) El capital es el núcleo de la producción intelectual de Marx, y el fetichismo de la mercancía ocupa un lugar muy destacado en esa producción; b) presenta la forma más avanzada de la concepción de la ideología de un Marx que ya había desarrollado su análisis del modo de producción capitalista. En este sentido, debe compararse a la sostenida en La ideología alemana (1845-1846).

Las relaciones sociales propias de la producción mercantil son el punto de partida de todo el análisis marxista de la ideología. La cosificación de esas relaciones crea la apariencia de su exterioridad, de su ajenidad respecto a las personas; otorga naturalidad y, por tanto, naturaliza un tipo específico de relaciones sociales. La naturalización legitima esas relaciones sociales (que en el capitalismo son esencialmente desiguales, con la explotación como componente esencial), borra su carácter histórico.

En este marco, la ideología es esta concepción de la sociedad condicionada por el fetichismo propio de las relaciones sociales mercantiles. No es tanto un pensamiento falso, una mentira "noble", una mistificación adrede, sino la forma en que los individuos se explican el funcionamiento de la sociedad (o de un aspecto de la misma). Pero esta concepción (la de ideología como pensamiento falso) traduce las apariencias sociales que obstaculizan la percepción de las relaciones sociales capitalistas.

La teoría de la ideología expuesta en el fetichismo de la mercancía presenta un esquema tripartito:
a) Relaciones sociales capitalistas;
b) Cosificación, fetichismo;
c) Ideología.

La concepción de la ideología tal como aparece en la Ideología alemana saltea la cosificación y cae, por eso mismo, en una visión reduccionista (2). El concepto pierde fecundidad teórica y se desliza hacia el maniqueísmo y las concepciones propias de la Ilustración (el conocimiento nos hará libres, etc.). (3).

Por el contrario, la concepción desarrollada en El capital permite: a) extender la aplicación del concepto de ideología a todas las manifestaciones de la sociedad capitalista (4); b) establecer la distinción entre ideología y ciencia (entendida esta última como percepción de la cosificación) y, de esa manera, es una base sólida para el desarrollo de la ciencia social. (5).

Buenos Aires, lunes 13 de junio de 2011

NOTAS:

(1) Resulta interesante analizar cómo la ideología de la naturalización convive con la ideología del individuo, con la exaltación de la libertad. Debe trabajarse con la distinción entre producción e intercambio (Ver al respecto el final del capítulo 4 del Libro Primero de El capital, Marx, 1986: 214).

(2) La ideología se equipara, por decirlo así, al mito de los metales en la República de Platón.

(3) Esto no quiere decir que Marx y Engels hubieran planteado en 1845-1846 que el camino para lograr la liberación de los seres humanos era la difusión del conocimiento verdadero de la sociedad. Esto es profundamente erróneo, pues en el texto citado ambos desarrollan la teoría de la lucha de clases y de la revolución como camino efectivo para llegar al socialismo. Sólo queremos indicar que la concepción de la ideología esbozada en esa obra es unilateral y mella el carácter revolucionario de la teoría marxista.

(4) La teoría presentada en La ideología alemana tendía a encerrar el concepto en el plano político-ideológico.

(5) En relación a la distinción entre ideología y ciencia, es altamente significativo el análisis que hace Marx de las limitaciones de la economía política clásica, el cual será desarrollado en el próximo artículo de esta serie.

BIBLIOGRAFÍA:

Marx, Karl. [1867]. (1996). El capital: Crítica de la economía política. Libro primero: El proceso de producción de capital. México D. F.: Siglo XXI.

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