En el prólogo a la 1º edición de El Capital, Karl Marx (1818-1883) indica cuál es el tema que va a tratar en la obra:
"Lo que he de investigar en esta obra es el modo de producción capitalista y las relaciones de producción e intercambio a él correspondientes." (I, 1: 6).
La teoría social de Marx se caracteriza, como todas las grandes teorías sociales, por su preocupación por aprehender teóricamente (es decir, por medio de conceptos) la totalidad social. Es importante recordar esto, puesto que en la época que nos ha tocado vivir y padecer las llamadas "ciencias sociales" se concentran en la producción de todo tipo de estudios "micro", dejando de lado la investigación sobre el funcionamiento de la sociedad en su conjunto. Si de algo podemos estar seguros en el campo de los estudios sociales, es que TODA teoría social relevante (en el sentido de haber ejercido una influencia significativa en el proceso de comprensión de cómo es la sociedad) se construyó en torno a la idea de que es necesario comprender la totalidad social y no sólo una parte de esta. En otras palabras, si estamos en condiciones de hablar de logros y progresos en el campo de la teoría social, éstos se han obtenido precisamente por medio de la adopción de un punto de partida centrado en la totalidad. Por el contrario, la decadencia y miseria de las "ciencias sociales" se expresa a través de la inflación en la producción de papers dedicados al estudio de cuestiones menores, sin plantear en ningún momento la conexión que existe entre los distintos aspectos de la realidad social. Si bien aquí carecemos de espacio para estudiar las causas de dicha decadencia, cabe indicar que ésta no obedece a causas "internas" a la teoría social (si bien el desarrollo académico de las "ciencias sociales" colabora en esa dirección), sino que responde a la situación actual de la relación entre las distintas fuerzas sociales en el contexto mundial. En un marco caracterizado por la derrota de las fuerzas sociales que cuestionaron en las décadas de 1960 y 1970 la existencia misma del capitalismo, es lógico que este sistema social aparezca a los ojos de los "científicos sociales" con la forma natural de organizar la producción y la sociedad. En otras palabras, la actitud de los "cientistas sociales" no es otra cosa que la versión "culta" de la concepción popular que sostiene que "nada se puede cambiar" y que lo único posible es "aguantar" o "ir tirando". Claro que, por supuesto, para el "científico social" el "aguantar" tiene un contenido bien diferente al de la persona de a pie que viaja en colectivo y sufre en carne propia las contradicciones del sistema social. Para el "científico social" el "aguantar" significa dejar de lado cualquier veleidad transformadora y dedicar su existencia a luchar por obtener financiamiento para realizar investigaciones que no le importan a nadie y con las que puede viajar por el mundo y disfrutar de una existencia que se asemeja a las de los sectores altos de la mediana burguesía.
Marx expresa, en la frase citada al principio de este texto, una concepción totalmente diferente de las tareas de la teoría social. Desde el comienzo mismo de la obra avisa que su objeto de estudio va a ser el modo de producción capitalista, y no algún aspecto aislado de este. Así, Marx continúa la tradición clásica de la filosofía política, para la cual era imprescindible el conocimiento del conjunto de las características de la sociedad. Esta toma de posición también implica una oposición al punto de vista del INDIVIDUALISMO METODOLÓGICO, corriente que postulaba que todos los estudios sociales tenían que comenzar, necesariamente, por el individuo y sus características. No es casualidad que el individualismo metodológico constituya la base epistemológica de la economía política, disciplina que se encuentra en el centro de la crítica de Marx en El Capital. Además, y esto será motivo de tratamiento en entradas posteriores en este blog, el individualismo metodológico es el sustrato más general del sentido común en la sociedad capitalista, según el cual sólo existen las personas y sus aspiraciones, y todo aquello que está más allá del individuo carece de sentido.
Marx, entonces, afirma que va a estudiar el MODO DE PRODUCCIÓN CAPITALISTA. Esto significa que su investigación se va a centrar en la totalidad social, pero, además, que esta totalidad es estudiada desde el punto de vista del proceso de producción.
¿Qué significa esto?
Para Marx, toda sociedad tiene que resolver una serie de cuestiones vitales para su existencia misma. Una de estas es la de asegurar la provisión de alimentos y demás artículos que permiten la sobrevivencia misma de los inviduos que la integran, así como también su reproducción y la permanencia de la sociedad en las futuras generaciones. Ahora bien, la obtención de los bienes que satisfacen estas necesidades se logra, precisamente, mediante el desarrollo del proceso de trabajo, que puede ser concebido como la forma en que se verifica el intercambio entre los seres humanos y la naturaleza. De ahí que el proceso de trabajo ocupe un lugar primordial en toda sociedad, pues nos da la clave para entender la existencia misma de la sociedad. Además, para la realización del proceso de trabajo es necesaria la puesta en práctica de distintos tipos de relaciones entre los seres humanos (las RELACIONES SOCIALES DE PRODUCCIÓN), que implican, como veremos en otros textos, la generación de relaciones de poder entre las distintas personas y la conformación de las CLASES SOCIALES.
El Capital tiene, pues, por objeto de estudio la sociedad capitalista, pero abordada desde el nivel de las relaciones sociales de producción. En nuestra época, en la que se han institucionalizado campos de investigación tales como la historia social y la historia económica, esto no parece demasiado novedoso. Pero si nos ubicamos en 1867, año en que se publicó la 1º edición de El Capital, esto constituyó un enfoque totalmente revolucionario que marcó un hito en la historia de la teoría social. Esto constituye uno de los mayores méritos de la obra, y tiene que ser destacado porque a partir de él se elaboró mucho de lo más valioso de la teoría social moderna (marxista y no marxista). En textos posteriores volveremos sobre esta cuestión, tan olvidada en los tiempos que corren.
Por último, hay que resaltar que Marx considera que el modo de producción está constituido por relaciones de producción e intercambio. Este punto es de suma importancia, porque sirve para entender que el núcleo de la concepción marxista de la sociedad se encuentra construido en torno a tres pilares: a) la sociedad como una totalidad; b) la centralidad del proceso de producción para entender la naturaleza de toda sociedad; c) la relación social como eje constitutivo de lo social. Un par de aclaraciones sobre el último punto. A diferencia de las concepciones tradicionales, que solían definir la relación a partir de los polos que la constituyen (por ejemplo, en la manera clásica de considerar la teoría del conocimiento, lo central era determinar si el factor activo era el polo del objeto o el polo del sujeto), Marx pensaba que era la relación la que constituía los polos o los extremos que se podían aislar mediante el análisis. Esto se percibe claramente en la concepción marxista del capital. Así, mientras que para los economistas el capital es una cosa (tierra, edificios, máquinas, dinero, etc.), para Marx el capital es una relación social, la cual hace que las cosas funcionen como capital. Por ejemplo, una máquina es capital en la medida en que haya trabajadores que la pongan en marcha; si estos últimos se declaran en huelga, la máquina deja de ser capital y pasa a ser una cosa que genera pérdidas a la empresa (pues hay que hacerle mantenimiento aunque no se la utilice).
Buenos Aires, domingo 28 de marzo de 2010
Muy bueno el artículo. El tema de la totalidad lo considero fundamental. Lo que mencionás de la primacía de lo micro en la sociología, también se da en la filosofía. La fragmentación esquizofrénica de la posmodernidad neoliberal se apropió de la mayoría de los discursos teóricos. En la Crítica de la razón dialéctica, Sartre plantea la cuestión de la totalidad como eje central. Es interesante lo que dice acerca de la "sociología burguesa": él sostiene que brindan conocimientos sobre lo particular pero que sólo pueden ser considerados como saber en tanto sean integrados a la única filosofía real de nuestra época, que, para Sartre, no es otra que el marxismo.
ResponderEliminarNos estamos viendo.
Saludos.
Maxi, muchas gracias por el comentario. Es totalmente justo lo que decís respecto a la fragmentación de la totalidad en la filosofía y en los demás discursos teóricos. En este punto me parece importante destacar que no se trata sólo de un problema de la posmodernidad, originado en una especie de debilidad específica de los intelectuales actuales, sino que es una cuestión que obedece a una caracteristica intrínseca al capitalismo. La hegemonía del mercado (y el capitalismo es la expresión más acabada de la producción mercantil) supone necesariamente la fragmentación de la sociedad en individuos aislados, cada uno de los cuales se considera a sí mismo como el fin último del universo. Sólo a través del estudio de las características del capitalismo (el viejo proyecto de estudiar el modo de producción) es posible entender las formas específicas que asume la fragmentación en la actualidad.
ResponderEliminarUn abrazo,
Ariel
PD: El otro punto central en la miseria de las ciencias sociales actual es el "olvido" de la historia. En otras palabras, la imposibilidad de aprehender la génesis de los fenómenos sociales.
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ResponderEliminarPara el "científico social" el "aguantar" significa dejar de lado cualquier veleidad transformadora y dedicar su existencia a luchar por obtener financiamiento para realizar investigaciones que no le importan a nadie y con las que puede viajar por el mundo y disfrutar de una existencia que se asemeja a las de los sectores altos de la mediana burguesía.
ResponderEliminarAJAJAJ.. se laas mandaste a guardarr!! en 10 años yo les voy a hacer honor a todos estos y voyy a ser una cientista política al estiloo Rotary(? jajaa, noo, túu sabes que no!..
Un goooolaso, con esto ya tengo la próximaa clasee, jajaa, saluditoos Proff!!
(ahah quién se cree este para analizar la sociedad como un todo, yoo voy a bancar a Webeeer.. nada más que para hacerte la contraa Maaarx jajaa, voy a crear la nueva cumbiaa filosófica en pos del individuaalismo metodológicooo!)
¬¬ tengo problemas para escribir bien los apellidos de estos señores. u.u Webber.. !
ResponderEliminariguaaaaal.. el de Durkheim tenía una sola M, pasa que vos con tus problemas de vista flasheaste una de más! teee perdonoo, no te preocupees! :)