Es cierto que el título del blog es un poco pedorro, es decir, carente de originalidad. De hecho, copia descaradamente al clásico de Marx, Miseria de la Filosofía (1846). ¿Qué contestar a esta objeción? Simplemente, basta decir que, a esta altura, he renunciado completamente a la originalidad y que, en todo caso, me interesa ser claro, por encima de cualquier otra consideración. Así que el título, más allá de lo dicho, me parece apropiado. ¿Por qué? Porque la sociología en particular, y las ciencias sociales en general, han aceptado plenamente su rol de "técnicas" inofensivas, legitimando (por acción, y las más de las veces por omisión) la explotación capitalista. De hecho, han dejado de hablar de capitalismo y han adoptado un lenguaje pomposo, vacío de toda conexión terrestre, apropiado a las necesidades de la clase dominante. Todo ello en el marco de la expansión de la degradación de las condiciones de vida de la mayoría de la humanidad. No hay mayor miseria que aquella que convive con la riqueza. Haber aceptado que esta situación es un hecho natural constituye la expresión más precisa de la miseria de la sociología. En las entradas que siguen se hablará de esta triste historia y se buscará a tientas una respuesta. Basta ya de presentación. ¡A trabajar!